Isaías Alvarado

"Una manzana o una naranja podrida, cuatro piezas de pan y una mortadela apestosa", así describe un migrante los alimentos que recibió en dos cárceles que albergan a detenidos de ICE en el sur de California. Él logró sacar dos papeles donde se describía el tipo de comida que ofrecían hasta con apodos que se burlaban de esos alimentos, aunque esas pruebas son negadas por las autoridades.

"A los oficiales les arrojaron piedras y botellas, además algunos en la multitud realizaron varios disparos", informaron las autoridades sobre estas reuniones en las que se hicieron carreras ilegales de autos y peligrosas piruetas el fin de semana.

Recientemente, varios policías de California han sido acusados de revender armamento clasificado como "off-roster". El caso más reciente llevado ante un tribunal federal involucra a un veterano de un departamento de Policía del área de Los Ángeles, quien ofrecía las armas en Internet.

Muchos de los inmigrantes que llegan a EEUU pidiendo asilo porque vienen huyendo de las bandas criminales en sus países se ven enfrentados a una situación inesperada: son encerrados en centros de detención donde también hay pandilleros, con quienes comparten celdas, zonas comunes y tienen que obedecer sus reglas.

Testimonios de inmigrantes y organizaciones civiles afirman que violentas bandas carcelarias han asumido parte del control de al menos tres centros de detención del Servicio de Inmigración y Aduanas en California. En esas prisiones opera un grupo formado por mexicanos indocumentados para protegerse de las pandillas más peligrosas como los 'Sureños y los 'Norteños'.

Un supervisor de la Patrulla Fronteriza que atacó a un migrante por "una venganza personal" fue sentenciado esta semana a dos años de prisión federal. Además de agregar información falsa en la base de datos que usan las agencias del orden, el oficial amenazó a su víctima con "quitarle su residencia permanente".