Isaías Alvarado

María Méndez recuperó su libertad la semana pasada dejando atrás más de una década en una prisión estatal de California por una condena incorrecta por la muerte de su pequeño nieto de 9 meses. Ahora intenta rehacer su vida en México.

La prisión federal de Victorville, elegida por el gobierno Trump como una medida temporal ante la ola de centroamericanos solicitando asilo en la frontera, se encuentra en el ojo del huracán por una lluvia de quejas sobre abuso a los inmigrantes bajo custodia de ICE.

El padre aceptó este martes que le pegó varias veces con el puño al bebé menor de 2 años, una agresión que terminó quitándole la vida. La Fiscalía del condado de Los Ángeles le presentó cargos y ahora se encuentra en un centro de detención juvenil.

La Fiscalía alega que la funcionaria del gobierno etíope falsamente reportó a su sobrino como hijo y afirmó que su hermano y la esposa de este eran "dependientes" para que el gobierno de EEUU les concediera permisos de estancia en el país.

Desde la ciudad fronteriza de Mexicali, el que será su nuevo hogar para estar cerca de su familia, Ubaldo Muñoz afirma que tiene confianza en que reabran su caso y pueda regresar a California. Él es el único sostén de su familia y representaba el apoyo de 240 niños que entrenaba en su equipo infantil de fútbol.

María Guinac llegó en mayo con sus tres hijos a la frontera como parte de la caravana migrante y fue separada de ellos al pedir asilo: a sus niños los enviaron a Nueva York y a ella a Texas. Después de casi dos meses y gracias al juez federal que ordenó la reunificación de familias, lograron encontrarse con sus parientes en Los Ángeles la madrugada de este jueves.