El hijo del hombre que había orinado en la vereda, a plena luz del día y frente a menores de edad, salió con cuchillo en mano de su casa para defender a su padre y apuñaló a la víctima que alcanzó a caminar media cuadra antes de quedar sin vida en la acera.

El pequeño falleció luego de ser golpeado varias veces en la cabeza. La autopsia también reveló que tenía marcas de otros episodios de violencia, por lo que fue diagnosticado con el síndrome del niño maltratado.

Fue la cuñada de la víctima -y hermana de la sospechosa- quien descubrió el cuerpo del hombre de 50 años tirado sobre su cama, con varias heridas de arma blanca y sus genitales seccionado.

Tras golpear a la menor "con un objeto contundente" y dejarla sin vida en su domicilio, la mujer escapó y fue aprehendida en una localidad cercana.

Al ver que su hijo llegó a su casa para esconderse con el vehículo, la mujer lo interrogó y después llamó a la policía. Al momento de entregarlo a las autoridades, el menor de 17 años todavía llevaba puesta la ropa llena de sangre del hombre al que había apuñalado hasta la muerte.

En medio de una discusión familiar, la sospechosa -sin motivo aparente- le propinó una certera patada a la víctima, la cual estaba sentada en el piso y recargada en un mueble. El informe forense estipuló que la mujer sufrió compresión cervical y falleció por asfixia mecánica.