La adolescencia es una etapa complicada: el cuerpo y la mente comienzan a cambiar para el paso a la edad adulta, y pueden surgir muchos problemas y conflictos dentro de la mente de nuestros hijos de esa edad. Por eso, es importante estimular la confianza en un adolescente, para que pueda enfrentarse a los cambios de forma saludable y beneficiosa para su vida.

Seguramente no sea un tema que te parezca agradable de hablar, pero sin duda alguna, es necesario, especialmente si estás viendo comportamientos extraños en tu hijo adolescente. Es imprescindible tener en cuenta 5 signos para saber si tu hijo es un potencial suicida, para así saber cómo manejarlo.

Un divorcio no es nada fácil, y no es sólo la decisión de separarse de la pareja y tomar rumbos distintos, sino la confusión que queda en los niños, pues hasta hace poco tiempo estaban acostumbrados a vivir con papá y mamá juntos. Una vez ha concluido el proceso de divorcio, el pequeño se queda a vivir con uno de sus padres y allí es donde comienzan los cambios.

Los síntomas son aquellas señales que nuestro cuerpo emite para avisarnos que algo no funciona bien, razón por la cual vale la pena prestarles atención sobre todo cuando se trata de los niños. Hoy veremos cuáles son los síntomas de estrés infantil; ya verás cómo identificándo estas señales, lograrás ayudar a tu hijo a llevar una vida saludable.

Estar profundamente triste por alguna circunstancia de la vida es completamente normal. Sucede cuando enfrentas la separación con tu pareja, cuando un familiar cercano muere o cuando te quedas sin trabajo; puede pasarle a cualquiera, así que no hay que temer. Hay varias formas de hacer frente a la depresión, incluyendo terapia yt medicamentos específicos. Sin embargo, hoy nos inclinamos por ofrecerte los mejores antidepresivos naturales.

Para muchos padres es un verdadero dolor de cabeza el regreso a clases, y es que parece que nuestros hijos quisieran que las vacaciones fueran eternas. Pero, ¿qué pasa cuando ésta situación se sale de control? Y con esto me refiero a una situación extrema, en la que nuestro hijo se pone a llorar con el simple hecho de mencionarle que pronto regresará a la escuela.