Los berrinches o rabietas son una de las cosas más difíciles para cualquier mamá o papá. Según la personalidad de cada niña o niño, puede haber gritos, llantos, pataletas o hasta golpes y mordidas.
Cuando comienzan los primeros berrinches de nuestros bebés pensamos en el futuro y creemos que la adolescencia será el peor momento emocional de nuestros hijos.
La etapa en la que tu hijo o hija entra por primera vez a la escuela es muy importante, ya que impulsará su independencia, sus habilidades sociales y aprenderá a convivir con otras personas.
Pocas cosas son más frustrantes para las mamás que cuando su hijo no les hace caso. Incluso después de pedirle que haga algo varias veces, el pequeño decide ignorar sus instrucciones y seguir con sus juegos.
Ser madre o padre no es nada sencillo. Por más información que busques sobre la crianza y los cambios que tendrá tu hijo a lo largo de los años, siempre te sorprenderá con algo inesperado.
Todos los padres tienen el mismo objetivo: criar un niño o niña seguro de sí mismo, que tenga una buena relación con sus hermanos, responsable y generoso.
Ningún papá o mamá está preparado para todo lo que conllevan las labores de crianza. Es una tarea que se va aprendiendo sobre la marcha y, sin duda, los padres hacen lo mejor que pueden.
Para una madre no hay nada más importante que la salud de su hijo, el verlos crecer y aprender mediante el juego se vuelve una actividad básica para su desarrollo. Se necesita estar al pendiente del comportamiento de los niños, ya que alrededor de un 2 y 5 por ciento de la población infantil puede tener el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), de acuerdo con la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad.
En las últimas horas, las redes sociales fueron invadidas con el video de una pequeñita brasileña que está celebrando su cumpleaños número tres. Todo marcha de maravilla, hasta que llega la hora de partir el pastel.
Tener un bebé es una de las experiencias más enriquecedoras en la vida. Sin embargo, en ese grato camino también pueden encontrarse algunos obstáculos. Uno de ellos es que los hijos más grandes se sientan celosos y desplazados por la llegada del nuevo integrante.
Iniciar un nuevo año escolar, la llegada de un hermanito, desencuentros familiares, una mudanza o problemas de salud son sólo algunos de los cambios que pueden afectar la salud mental de los niños.
El maltrato infantil no solo afecta la salud emocional de los niños; también tiene consecuencias en la salud física que podrían ser irremediables; por eso no deberíamos pegarle a los niños.
Es muy probable que lo hayas notado. Cuando tu pequeño está contigo suele brincar, gritar, correr y mostrarse bastante inquieto, pero cuando aparece su papá, tía o abuelita es el niño mejor portado del mundo.
El juego tiene un papel esencial en el crecimiento de tu pequeño. A través de él, trabajará en sus habilidades físicas y cognitivas, y aprenderá a relacionarse con quienes lo rodean.