Pese a la adversidad, un atleta costarricense ha vencido todas las barreras
Alma de deportista
COSTA RICA.- "Seguir adelante pese a todo" es el lema de un hombre que sin piernas ha llegado más lejos que muchos que lo tienen todo. Laurens Molina, un verdadero campeón sin barreras.
Laurens Molina vino al mundo el 2 de octubre de 1978 en un pequeño poblado de San José, Costa Rica. Hijo de una familia humilde que no estaba preparada para la noticia de que una transformación congénita obligaria a los medicos a amputarle las piernas al bebé, pues no tenia huesos desde la rodilla hasta el pie.
Pero Laurens mostró desde sus primeros años un espíritu de lucha, su discapacidad no lo hizo detenerse ante nada y caminó por años con unas pesadas prétesis que ajustaba a su cuerpo con fajas de cuero. Pudo ir a la escuela, montar en una patineta prestada y hasta escalar árboles.
A los 15 años Laurens no pudo más con las prótesis, una infección en una de sus extremidades lo obligó a sentarse en una silla de ruedas, pero eso tampoco lo detuvo porque fue en su silla donde descubrió que tenia un alma de deportista.
En una visita al terapeuta vió a unos jovenes jugando baloncesto en sillas de ruedas y quiso participar.
Pronto, Laurens movia con gran agilidad su desgastada silla de ruedas y pasó de las canchas del baloncesto a las carreteras. Y empezó el sueño de recorrer el mundo en su silla de ruedas y aunque esta no era apta para carreras Laurens se matriculó en una competencia y después en otra, y otra, cada vez con menos caídas.
Primero dentro de Costa Rica y luego lo invitaron a participar internacionalmente y fue cuando descubrió otra piedra en el camino, la pequeña tienda donde él trabajaba con su padre no producia dinero suficiente para pagarle un viaje, así que Laurens decidió lanzarse a las calles en su silla pero esta vez para vender pan y aunque sólo podia llevar un canasto el pan parecia multiplicarse y las carreras a las que pudo asistir gracias a donativos y sus ventas también.
Ganó medalals en atlanta 1998, en Nueva York en ese mismo año y en Los Ángeles en 1999, y todas cuelgan desde entonces en su cuarto como el premio a su esfuerzo.
Pero fue en el año 2000 cuando Laurens pudo ir más lejos de lo que había imaginado, llegó solo con su silla a España y ahí apoyado por el aplauso de extraños, cruzó la meta en primer lugar, dejando atrás a más de 500 atletas.
Un regalo especial
Laurens tenía 20 años y había ganado muchas carreras importantes y se preparaba para uno de los retos más importantes de su vida, las olimpiadas mundiales en Sidney , Australia en el año 2000.
La fe y el amor a su familia eran sus motores y por eso antes de partir a la que él creia la carrera más importante de su vida, Laurens quiso reunirse con el pastor de su iglesia y cree que eso cambió su vida para siempre.
Laurens Molina no ganó medallas en las Olimpiadas pero fue escogido entre cinco mil atletas con discapacidades por la empresa Hanger para recibir un gran regalo, unas piernas mecánicas. Las lágrimas que derramó cuando pudo caminar y correr por primera vez demostraron su sentimiento, era un hombre nuevo.
Si sin sus piernas pudp correr, ahora con piernas estaba dispuesto a conquistar el mundo.
Laurens Molina ha participado desde entonces en más de 100 maratones, ha ganado decenas de medallas en nombre de su pais. Aprendió a nadar y a conducir y trabaja todavia en la pequeña tienda de sus padres pero además fue nombrado por el presidente de Costa Rica como regidor de la municipalidad de San José donde trabaja por los derechos de las personas con discapacidad.
"A mis padres les agardezco todo porque que nunca se avergonzaron de mi, y ahora aprovecho todo lo que Dios me ha dado", subrayó Laurens.