"Tenemos que estar todos juntos para luchar juntos, no importa su estatus migratorio, no importa su etnicidad", dice el abogado Jonathan Ryce. Él y miles de personas tomaron las calles de la capital de Texas para manifestarse en contra del muro fronterizo, la prohibición de inmigrantes de países de mayoría musulmana, y los recientes arrestos de inmigrantes por parte de ICE.

Muchos cuestionan este castigo asegurando que la inyección letal causa un terrible sufrimiento a quien es aplicada, sin cumplir con el propósito de lograr una ejecución rápida y sin percances. Ante esto, la diputada Jessica Farrar lleva años proponiendo proyectos de ley para que esta práctica, que ha tomado la vida de más de 500 reos desde la década de los 80’s, termine.

La ratificación de esta ley causa preocupación por las diferentes interpretaciones que las autoridades migratorias pueden darle. En principio, se trata de una ley que penalizaría solo a los "coyotes" pero temen que sea usada para penalizar a personas normales que viven con indocumentados.

La corte federal de apelaciones del quinto circuito restableció una polémica ley de inmigración estatal del año 2015, la cual hace un delito albergar u ocultar inmigrantes indocumentados en Estados Unidos. Dicha corte rechazó una demanda contra esa normativa dejando válida la previsión, que es parte de una ley en Texas conocida como HB11.

Su labor era acompañar a los reos hasta la habitación que verían por última vez, supervisar el procedimiento y dar la señal definitiva al verdugo. Según su testimonio, estuvo presente en 89 ejecuciones.

Con más de 2,700 seguidores, la cuenta M.C.C.A.I.I. postea continuamente el rechazo contra esta comunidad en el condado. Ante esto, muchos residentes han alzado su voz de protesta e, inclusive, una buena parte de la ciudadanía ha rechazado este tipo de expresiones en redes sociales.