El presidente visitó este sábado la zona de Paradise, una población de 26,000 habitantes que fue completamente devorada por las llamas. Lo hizo en compañía del gobernador Jerry Brown, el gobernador electo Gavin Newsom y la alcaldesa de la localidad, Jody Jones.

Al menos 65 personas perdieron la vida y 600 personas se encuentran desaparecidas. Ya a una semana después de que iniciará el incendio son muchas las familias que temen lo peor.

Miles de evacuados están al límite de la desesperación por volver a sus hogares y no pueden pese a que gran parte del incendio está bajo control.

La Casa Blanca informó sobre el viaje del presidente, quien hace unos días acusó al estado de los incendios. Por otro lado, el gobernador Jerry Brown recibió al secretario del Interior para visitar las zonas más afectadas por las emergencias.

Cerca de 3,000 miembros del Departamento de Bomberos han completado extensas jornadas para contener la emergencia, la cual ha dejado tres personas muertes y afectado al menos 548 estructuras.

Las llamas que avanzan por las montañas ya han consumido 504 estructuras a su paso, además de los incalculables daños al medio ambiente. Los bomberos han podido contener un 40% del fuego.