Según los informes preliminares, un recluso que enfrenta cargos por asalto, presunto miembro de la pandilla ‘The Bloods’, atacó a un oficial de la penitenciaría Rikers Island el pasado sábado generándole varias lesiones en su rostro y cuerpo.

Ese método se había aprobado como una opción alternativa en 2015, pero hasta el momento no había sido utilizado. La decisión de comenzar a emplear el gas se debe a la falta de los compuestos de la inyección letal para aplicar la pena capital.

Las muertes se produjeron en un enfrentamiento entre reos que se oponían a la operación policial y agentes que pretendían "retomar el control" de la cárcel de Palmasola, en la ciudad oriental de Santa Cruz. Además, hay tres policías heridos de bala.

Tras el escape de los presos, quienes recibieron ayuda externa e interna, las autoridades implementaron medidas de seguridad.

El alguacil de la prisión afirma que los voluntarios han violado las leyes de la penitenciaría. Los miembros del grupo aseguran que esta es una represalia por haber criticado las condiciones en las que tienen a los inmigrantes.

Las autoridades han arrestado a tres personas que presuntamente prestaron ayuda a los reos para fugarse y aseguran que también tuvieron ayuda interna.