Dormir en camas separadas con tu pareja parece una idea un tanto descabellada; sin embargo, es una práctica que muchos famosos hacen y sus razones son variadas.
En ocasiones, los niños desarrollan un ritual para dormir, para despertar o para ir a la escuela, y ni siquiera la bella Aitana Derbez se libra de algunas costumbres que le ayudan a hacer su día más llevadero.
Desde que nacen los bebés quieren pasar mucho tiempo en los brazos de sus cuidadores. Aunque con el paso de los meses, esto se puede volver un problema a la hora de dormir, porque algunos no quieren conciliar el sueño en otro lado que no sea junto a mamá.
Dormir es necesario para recargar energía. Algunas personas se sienten como nuevas luego de descansar por ocho horas, mientras que otras estarían encantadas de tomar una siesta durante todo el día.
Quizás una de las preocupaciones más frecuentes para las madres, es encontrar la “fórmula secreta” para que su hijo duerma plácidamente toda la noche… y de paso la deje dormir a ella.
Disomnia es una nueva película de Netflix que retrata un escenario apocalíptico en el que la población no puede dormir: te decimos cómo es este padecimiento en la vida real.
Los recién nacidos pasan la mayor parte del tiempo durmiendo. Es normal que lo hagan entre nueve y doce horas en la noche, con una siesta larga durante el día. A medida que crece el bebé, muchos padres se preguntan cuándo es el momento perfecto para que duerma en su propia habitación solo y si quieres saber la respuesta, sigue leyendo para que tengas todos los detalles.
Permanecer acostado durante un periodo largo puede parecer una fantasía para algunas personas, pero el cuerpo humano no está diseñado para estar en cama.
De todas las molestias que presentan las mujeres en el embarazo, los cambios de humor suelen ser los más difíciles de sobrellevar. Un minuto estás extasiada por la llegada de tu bebé y al siguiente te sientes abrumada con las dudas o con mucha ansiedad por lo que te espera.
Conforme tu hijo o hija crezca, disminuirán las horas de sueño que necesita. Atrás se quedarán las jornadas en las que se despertaba a media noche, no paraba de llorar y nadie en la casa lograba descansar.