Martha Acosta, habitante de Los Ángeles, cuenta que recibió una sorpresiva llamada supuestamente del Departamento de Agua y Electricidad. En la comunicación le dijeron que debía pagar la luz o si no le cortaban el servicio en una hora. Su factura no excedía los 150 dólares, sin embargo, asegura que querían cobrarle un promedio de 300 dólares. Después de una larga conversación con el supuesto operador, la víctima se alertó ante algunas señales y evitó la estafa.

El proceso de su bachillerato tuvo una duración aproximadamente de seis años.

Debido al conflicto en el país, Wilfredo Vides, de 50 años de edad, emigró a Los Ángeles hace tres décadas y su familia cambió de domicilio, desde entonces perdieron todo contacto. Olga Escalante, madre del hombre, asegura que siempre lo recordaba, pero pensaba que estaba muerto. El salvadoreño acudió al consulado para realizar un trámite y pidió que le ayudaran a localizar a sus seres queridos, solicitud que dio buenos resultados.

El sospechoso fue arrestado en Fullerton, lugar en el que aparentemente ocurrió un ataque similar al del abuelo en Buena Park el pasado miércoles. Sin embargo, la policía no reveló detalles de la víctima, ni las circunstancias del incidente y ahora temen que haya atacado a más personas.

Adultos mayores que viven en un área residencial de la Pequeña Habana se han visto obligados a caminar varias cuadras debido a una construcción que empezó hace 15 de días en la calle Flagler. "Yo estoy operado de las dos rodillas", dice Juan Turros, de 82 años, uno de los afectados.

Se espera que con esta medida se pueda ayudar a unas 200,000 personas, quienes recibirán beneficios electrónicos mensuales que se pueden usar para comprar múltiples alimentos en mercados. Hacer uso de este programa no perjudica ni afecta las solicitudes para legalizar el estatus migratorio.