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A golpe de acciones ejecutivas y memos, Donald Trump arma su propia reforma migratoria

El objetivo de la reforma migratoria de Trump no es la legalización de extranjeros no autorizados, sino el cumplimento de sus promesas de campaña que incluyen la construcción del muro en la frontera del sur y la deportación de los 11 millones de indocumentados.
16 Abr 2018 – 10:47 AM EDT
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A casi 15 meses de haber llegado a la Casa Blanca, Donald Trump ha logrado poner un freno a los millones de inmigrantes que buscan maneras de legalizar su permanencia en Estados Unidos, extender sus permisos temporales de empleo, ingresar para reunirse con sus familiares o pedir asilo porque en sus países de origen sus vidas corren peligro a causa de la violencia, la pobreza o la guerra.

Para implementar su dura política migratoria, Trump no ha requerido del apoyo del Congreso, a pesar que ambas cámaras están controladas por los republicanos. ¿La razón? No todos ellos apoyan las ideas del mandatario. Hay algunos, como los senadores Jeff Flake y John McCain (Arizona), Lindsey Graham (Carolina del Sur) y Cory Gardner (Colorado), que rechazan los planteamientos del magnate porque no incluyen a los 11 millones de indocumentados, entre ellos los dreamers.

Las objeciones, sin embargo, y el apoyo de algunos republicanos a propuestas bipartidistas de reforma migratoria, han sido desestimadas por los principales asesores de la Casa Blanca, entre ellos Stephen Miller, un declarado antiinmigrante y contrario a cualquier tipo de cambio que abra la puerta a legalización de indocumentados.

La reforma de Trump

El objetivo de la reforma migratoria de Trump no son los indocumentados, sino el cumplimento de sus promesas de campaña. Y no incluye ningún tipo de legalización, a menos que el Congreso pacte con él una solución para los dreamers a cambio del dinero para financiar sus planes, negociación que el mandatario perdió en marzo.

A pesar del fracaso, el presidente no cede y ha descubierto que puede llevar a cabo sus planes de la misma manera como lo hizo Obama: por medio de acciones ejecutivas y memos. La diferencia es que no busca conceder beneficios migratorios a los indocumentados –los republicanos usaron este argumento para atacar a Obama por cambiar la ley sin el apoyo del Congreso- sino para cerrar las puertas y colocar el máximo número posible en proceso de deportación.

Los principales decretos, memos e instrucciones otorgados por Trump desde que asumió el poder se encuentran detallados en la página digital de la Casa Blanca:


  • 25 de enero de 2017. Orden ejecutiva en contra de las ciudades santuario. Decreta que la presencia indocumentada constituye una amenaza a la seguridad pública y nacional y determina nuevas prioridades de deportación, entre otros.
  • 25 de enero de 2017. Orden ejecutiva sobre el muro fronterizo. Establece deportaciones expeditas y endurece los requisitos de asilo, entre otras medidas.
  • 27 de enero de 2017. Orden ejecutiva. Impone veto a la entrada de ciudadanos de países musulmanes. Ordena cancelar la política de refugiados.
  • 6 de marzo de 2017. Memorando del secretario del DHS. Reglamento para ejecutar las ordenes ejecutivas de Trump.
  • 18 de abril de 2017. Orden ejecutiva para revisar el programa de visas H-1B. Impulsa política de “compra estadounidense, prefiere estadounidense”.
  • 28 de julio de 2017. Trump utiliza la guerra contra la Mara Salvatrucha (M-13) para justificar su política migratoria.
  • 8 de agosto de 2017. Trump anuncia respaldo al proyecto de ley S.354 de los senadores republicanos Tom Cotton (Arkansas) y David Perdue (Georgia). El plan fue escrito sobre la base de los principios migratorios del presidente: aumento de arrestos, acelera deportaciones, restringe el asilo, establece un sistema migratorio por méritos y propone reducir la inmigración legal en un 50% en 10 años.
  • 2 de septiembre de 2017. Trump presenta los objetivos de su reforma migratoria: “Creo que es posible una reforma migratoria real y positiva, siempre y cuando nos centremos en los siguientes objetivos: mejorar los empleos y los salarios de los estadounidenses; fortalecer la seguridad de nuestra nación y restaurar el respeto por nuestras leyes.
  • 5 de septiembre de 2017. Trump cancela DACA.
  • 29 de septiembre de 2017. Trump reduce a la mitad la cuota anual de refugiados.
  • 8 de octubre de 2017. El gobierno amenaza con cortar fondos federales a las ciudades santuario.
  • 8 de octubre de 2017. Trump envía carta a los líderes del Congreso donde detalla los objetivos de su política migratoria. Exige construir el muro en la frontera con México, pide aumentar redadas, arrestos y deportaciones de indocumentados; aumenta los castigos por ingreso indocumentado, restringe el asilo y establece un sistema migratorio basado en méritos, entre otras restricciones. No incluye beneficios para los indocumentados.
  • 24 de octubre de 2017. Orden ejecutiva. Reduce la entrada de refugiados.
  • 25 de enero de 2018. La Casa Blanca publica lista de pilares migratorios de Trump. Incluye una vía de legalización para 1.8 millones de dreamers a cambio de $25,000 millones para planes de seguridad fronteriza, entre ellos el muro en la frontera con México.
  • 8 de febrero de 2018. La Casa Blanca dice que es tiempo de poner fin a los daños causados por el actual sistema migratorio y pide aprobar el plan del presidente.
  • 13 de febrero de 2018. Trump acusa a las ciudades santuario de proteger a criminales.
  • 13 de marzo de 2018. Trump visita los prototipos del muro fronterizo en San Diego.
  • 4 de abril de 2018. Trump ordena el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera.
  • 6 de abril de 2018. Orden ejecutiva. Trump pone fin a la política del ‘catch and release’. Pide al Departamento de Defensa encontrar centros para detener a indocumentados y acelerar las deportaciones.

Los argumentos de Trump

Desde el comienzo de la campaña Trump puso a los indocumentados en la mira. Prometió a sus seguidores que deportaría a los 11 millones de indocumentados en un plazo de 18 meses y que construiría un muro a todo lo largo de la frontera con México, y que lo pagaría el vecino del sur.

No ha cambiado de parecer. Aunque en algún momento durante los debates en el Congreso sobre el futuro de DACA (a finales de enero) pareció ceder terreno (ofreciendo la ciudadanía a 1.8 millones de dreamers a cambio de $25,000 millones para desarrollar su agresiva política migratoria), su estrategia sigue siendo la misma.

El Congreso no le compró la oferta de legalizar a los soñadores. A cambo, sólo le otorgó $1,600 millones para reparar los tramos actuales del muro y un leve incremento en las partidas presupuestarias que financian la maquinaria de deportaciones que heredó de su antecesor, Barack Obama, recursos que para Trump no son suficientes.

Pilares migratorios

Trump asegura que la inmigración ha convertido a Estados Unidos en un caos y reclama acciones inmediatas para restablecer el orden. Dibuja un país en guerra, pero el conflicto aludido solo lo miran sus seguidores y la Casa Blanca no tiene maneras de mostrar la crisis que emana de las palabras del presidente.

“Estados Unidos debe adoptar un sistema de inmigración que sirva al interés nacional”, se lee en la página web del gobierno. “Para restablecer el estado de derecho y asegurar nuestra frontera, el presidente Trump se compromete a construir un muro fronterizo y garantizar la pronta eliminación de los entrantes (inmigrantes que ingresan al país) ilegales (indocumentados)”.

Añade que para proteger a los trabajadores estadounidenses, Trump apoya la finalización de la migración en cadena (reunificación familiar), la eliminación de la Lotería de Visas y el cambio a un sistema de inmigración para los inmigrantes que llegan basado en el mérito”.

“Estas reformas impulsarán la seguridad y la prosperidad de todos los estadounidenses mientras ayudan a los nuevos ciudadanos a asimilarse y prosperar”.

En ninguna parte del texto Trump menciona al Congreso para cambiar la Ley de Inmigración y Nacionalidad vigente promulgada por Lyndon B. Johnson, en 1965, y que entró en vigor el 30 de junio de 1968. Lo quiere hacer solo, a golpe de acciones decretos y memos desde el escritorio de la Oficina Oval.

Medidas adicionales

Además de acciones ejecutivas y memos, el gobierno de Trump ha implementado otra serie de medidas adicionales tales como:


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