Dormir es indispensable para los bebés y los niños pequeños, ellos están en pleno proceso de desarrollo, su cerebro y cuerpos están creciendo y las horas de sueño de la noche no son suficientes para cubrir sus necesidades.En esta etapa las siestas son fundamentales para cubrir las horas de sueño que necesitan.

Cuando los niños son pequeños y se despiertan asustados en medio de la noche es difícil entender que es lo que les sucede, más aún sin no hablan mucho.

Durante los primeros meses dormir no es un problema, podemos adoptar cualquier posición sin sentirnos incómodas, pero, a medida que la panza crece dormir se vuelve cada vez más difícil.

Cuando en lo personal me agarran esas seguidillas de varias noches durmiendo mal, veo los resultados plasmados en todas mis actividades. Siestas en los autobuses, bajo rendimiento laboral y una constante sensación de somnolencia son algunas de ellas.

No todos podemos darnos el lujo de tener una mascota en nuestro hogar, por otro lado ya hemos tratado la importancia que tienen para el desarrollo de los más pequeños.

Las pesadillas son uno de los mayores responsables de las noches de insomnio. Es común en muchas personas que tras el desagradable despertar al ver el rostro de Freddy Krueger en sus sueños, arruinen su noche con sueño interrumpido y amanezcan con gigantescas ojeras.