Seis sospechosos fueron acusados de solicitar y comprar servicios sexuales, mientras que otras tres mujeres, víctimas de tráfico humano, fueron asesoradas y derivadas a un albergue.

En las afueras de la vivienda donde fueron acribillados, siguen llegando familiares y amigos con flores y velas. La pareja se había conocido a los 12 años de edad, y tras un matrimonio de 20 años, el amor terminó en tiroteo y muerte.

Una orden de restricción contra el pistolero, solicitada por su esposa, le prohibía visitar la casa donde ocurrieron los asesinatos así como la tenencia y posesión de armas de fuego.

El enfrentamiento terminó con la vida de un oficial SWAT, el sospechoso y otros tres miembros de su familia.

Los muertos también incluyen al presunto tirador, quien fue llevado con vida a un hospital local después de que los agentes del equipo SWAT entrron a la casa a las 6:30 pm, y tres personas que estaban en la casa y quienes aparentemente cayeron víctimas de las balas del sospechoso.

Cerca de las 3 pm, un equipo SWAT se acercó a la casa donde se encontraban el sospechoso y los rehenes. El sospechoso comenzó a disparar contra los agentes, logrando herir a dos de ellos. Uno de los agentes fue herido de gravedad y finalmente murió en el hospital Kern Medical.