El secreto para una mente positiva y saludable es vivir en el presente, liberarse del pasado y no preocuparse por el futuro. Esto nos ayuda a simplificar nuestra vida y liberarnos de las preocupaciones sobre situaciones que ya sucedieron o que estarán por suceder.

Los detalles más pequeños pueden provocar un mal día: no encontrar las llaves en la mañana, perder el autobús o tener un problema en el trabajo. Estas pequeñas cosas tienen el poder de afectar tu estado de ánimo y cambiar el curso del día. Sin embargo, hay maneras rápidas y fáciles de darle la vuelta a un mal día.

¿Cuántas veces en la semana o en el día piensas en lo mucho que deseas que llegue la hora de estar en tu cama?

Todos tenemos ese amigo que, sin importar lo que esté sucediendo a su alrededor, siempre se las ingenia para estar tranquilo. Puede encontrarse en un taxi yendo al aeropuerto, con un vuelo que tomar en una hora y un tráfico que anuncia que no llegará en menos de 45 minutos y aún así permanecer calmado y despreocupado.

A todos nos encanta esta época del año, un mes en el que tenemos tanto para agradecer y disfrutar. Pero diciembre también se presta para sucumbir al estrés, ya que a veces la cantidad de actividades y reuniones que tenemos en tan poco tiempo puede desbordarnos.

Peter Coukoulis era un joven como todos y llevaba una vida normal hasta que decidió integrar el ejército estadounidense. Sirvió a su país en la guerra y hace tres año regresó a su hogar. Desde entonces, es víctima del trastorno de estrés postraumático, una enfermedad mental producto de experiencias traumáticas y cuyos principales síntomas incluyen la ansiedad, la depresión, el insomnio y el aislamiento.