En rueda de prensa, el fiscal general Merrick B. Garland dijo que el objetivo de esta querella es obtener un mandato preliminar y permanente que bloquee la aplicación de la ley por parte del estado de Texas o por cualquier ciudadano. Organizaciones locales como Planned Parenthood celebraron el anuncio, ya que durante la semana habían agotado los recursos judiciales contra dicha legislación.

Los veredictos criminales requerirán que los jurados decidan de manera unánime el veredicto de culpable o no culpable en Puerto Rico.

Tratando de seguir el ejemplo de Texas, congresistas estatales estarían impulsando una iniciativa para que se prohíba el aborto a las seis semanas de gestación, alegando que con este tiempo el feto ya tiene latidos del corazón. Sin embargo, senadores demócratas y numerosos activistas ya plantaron oposición a esta propuesta asegurando que así se vulneran los derechos que tienen las mujeres.

"Es un crimen y Texas trabajará incansablemente para asegurarse de que erradiquemos a todos los violadores de las calles, saliendo agresivamente para arrestarlos y procesarlos", así respondió el gobernador del estado luego de que le preguntaran si la reciente legislación aprobada sobre el aborto, conocida como "ley de latidos del corazón", también aplicaría para las víctimas de abuso sexual.

El gobernador Greg Abbott convocó a una sesión especial, seria la tercera este verano. Se espera que el mandatario busque discutir varios mandatos entre los que se destaca evitar que niños transgénero practiquen deportes escolares del género con que se identifican.

Tres clínicas de Planned Parenthood han decidido descontinuar los servicios de aborto, por miedo a represalias legales derivadas de la nueva ley que es considerada la más estricta en el país.