Decenas de católicos marcharon juntos hasta las puertas de las oficinas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Filadelfia para defender la dignidad de las familias inmigrantes en la ciudad que han sido arrestadas por la actual política del gobierno Trump. La actividad llamada ‘Una Iglesia Una Familia’ forma parte de una campaña nacional que invita a los católicos a dar testimonio público de fe y solidaridad.

Líderes de la organización proinmigrante Working Partnerships visitaron varios negocios en San José con el propósito de explicarle a los dueños cuál es el proceso que deben seguir cuando agentes federales de ICE intentan entrar a su comercio. Además, los activistas entregaron letreros a los comerciantes con el objetivo de evitar que oficiales ingresen sin una orden judicial.

La organización Siembra NC denunció que recibió múltiples reportes de arrestos a conductores hispanos por parte de agentes locales y federales entre la semana del 3 al 7 de noviembre en el condado de Sampson. “Policías detenían a personas que iban en camionetas de trabajo y luego llegaban agentes de Inmigración”, dijo Nikki Baena, codirectora de Siembra NC.

Habitantes de Los Ángeles expresaron su rechazo y temor por la posibilidad de que se contraten 'cazarrecompensas', o agentes privados, para localizar inmigrantes en el país. "Es como si nos trataran como animales", dijo Ana Santiago, residente de la ciudad.

Los habitantes de la Villita alzaron la voz por el apoyo que brinda la policía de Chicago a los agentes de inmigración que realizan operativos migratorios en la ciudad. "Están cerca de ellos y nos empujan a nosotros", dijo Baltazar Enríquez, del Concilio Comunitario de la Villita.

Hay conmoción en el condado de Contra Costa por la muerte de una mujer de 72 años, identificada como Yolanda Ramírez, tras haber sido arrestada en la ciudad de Brentwood. Según el reporte, el pasado 26 de septiembre Ramírez fue detenida luego de una disputa familiar y posteriormente ingresada a una unidad policial, donde habría quedado inconsciente. “Era una persona tranquila, le gustaba pasar tiempo con sus hijos y nietos”, relató su esposo, Rudy Ramírez.