La adolescencia puede ser recordada como una etapa de la vida en la que abundan las fiestas, y eso en parte es porque nuestros hijos hacen nuevos amigos con mayor facilidad.

Comunicarse es mucho más que transmitir información, es hacerlo de forma tal que la otra persona comprenda el mensaje. La comunicación puede ser verbal y no verbal, cuando el cuerpo y los gestos toman protagonismo. Es realmente importante que lo tengas en cuenta para aprender a escuchar de verdad a tus hijos, y comprender realmente qué ocurre en su interior.

¿Te consideras una mamá distraída? Muchas veces el cansancio o el estrés nos hacen perder la cabeza y acabamos haciendo cosas insospechadas, como le ocurrió a los padres de Kevin McCallister en la película Mi pobre angelito (Home alone), que se fueron de viaje y se olvidaron del niño.

El estrés y los sentimientos reprimidos afectan también a los niños generándoles una alta carga emocional muchas veces difíciles de llevar. Como madre, es necesario que estés al cuidado de tu niño, y una de las formas es saber cómo ayudarlo a que se desahogue de manera saludable.

¿Alguna vez tu hijo adolescente te ha dicho: tú no sabes por lo que estoy pasando? ¿Se te ha hecho difícil aconsejarlo sobre situaciones que nunca has experimentado?

Es posible que quieres agrandar la familia, pero no sabes cuándo es el mejor momento. Quizá vengas de una familia numerosa, tengas hermanos y te gustaría que tu hijo primogénito pudiese disfrutar de ese gran beneficio.