El abandono paterno es un fenómeno común en la sociedad, pero tiene consecuencias en la vida de los hijos que necesitan ser identificadas para tener un desarrollo emocional sano.

Los niños son inquietos, ruidosos y traviesos. Gritan, juegan y no para un segundo (más de una vez piensas en cuándo se dormirán). Todo cambia cuando tu hermano o hermana te da una de las noticias más importantes de la vida: serás tío o tía.

Ser tía es casi tan mágico como ser madre. Incluso tenemos el beneficio del descanso en las horas más difíciles: cuando tienen cólico o lloran sin parar. Tener un hermano o una hermana con hijos es la mejor manera de entrenarse para ser madre: disfrutas de los mejores momentos de la vida del bebé sin la responsabilidad de ser, de hecho, la madre o el padre.

Cada niño o niña tiene gustos y personalidades distintas, así como talentos natos y habilidades que se pueden desarrollar por medio de la práctica. Es importante darse cuenta de los intereses fuertes de cada quién. Con observación, te darás cuenta de que hay una o varias actividades que hace casi sin esfuerzo y con mucho gusto.

Son muchas las cosas que tienes que tomar en cuenta cuando tienes hijos o hijas y empiezas una nueva relación, o si es la otra persona quien tiene crías, o más complicado aún: ¡las dos!

Tus hijos salen de la escuela y deciden venir a casa con unos amigos de visita. Nada raro hasta ahí, ¿no? Pero... ¿qué hacer cuando eso acontece?