Cuando hemos planificado no tener más hijos, las madres somos conscientes de que todo cambiará. Nunca más pasaremos por el proceso de ver cómo se le cae un diente a nuestro niño, no habrá otro primer baño ni otra oportunidad para escuchar que nos dicen por primera vez "mamá". El saberlo nos impulsa a disfrutar de cada instante y hacer las mismas cosas que ya hicimos con nuestros anteriores hijos, pero de un modo diferente.
6 cosas que haces diferente con tu último bebé

¿Estás de acuerdo conmigo? Pasa a la página siguiente para conocer las cosas que las madres hacemos diferente al criar al último hijo.

1. El sueño pasa a un segundo plano
Te sientes tan agotada o quizá más que con los anteriores bebés, pero ahora soportas mejor la falta de sueño, hay otra motivación que te impulsa a hacerlo. Si tienes que desvelarte para jugar con tu niño lo haces desde la comprensión y el amor total, aprovechando ese momento al máximo.

2. No te apresuras en hacer espacio
Así sea que se trate de juguetes o de su pequeña ropita que ya le ha quedado chica, hay algo en ti que se resiste a quitarla, almacenarla o regalarla. Sabes que nunca más verás algo tan diminuto colgado en su closet, y de igual forma te sucede con sus primero juguetes.

3. Disfrutas del proceso
Tuve mucha ansiedad por ver caminar a mis dos primeros hijos, por escucharlos decirme "mamá" y hasta para que empezaran el colegio. En cambio, con mi tercer hijo -y algunos cuantos años más- no tuve apuro porque cada paso evolutivo y cada aprendizaje sucediera. Solo esperé a que llegara.

4. Abrazas más
En la etapa de la adolescencia, cuando ya no abrazamos tanto a los hijos como antes porque no desean que las madres seamos mimosas e incluso cuando ya no viven con la familia porque se van a estudiar lejos, los abrazos son limitados. Así que cualquier excusa vale la pena para abrazar y llenar de besos al más pequeño de la casa.

5. Haces las cosas diferentes
A ésta altura y al haber tenido otros hijos antes, has acumulado muchas vivencias y aprendizajes, y por esto mismo es que ahora quieres hacerlo mejor. Puedes comparar y sabes que hay cosas que ésta vez tienes la oportunidad de cambiar y de hacerlas diferente, y lo bueno ¡es que lo haces!

6. Sientes que todo puede esperar
Esto es algo que con los primeros hijos la mayoría de las mamás no vemos o no nos damos cuenta; ahora con éste último bebé creemos de verdad que todo puede esperar, no hay otra cosa más importante que lo que estamos haciendo en ese preciso instante. Percibimos que el tiempo en general se va tan rápido, que de algún modo aprendemos a ser más flexible y a tomarnos todo con más calma.
Y para potenciar tu experiencia como madre, no te pierdas de leer Averigua cómo ser mejor madre según el signo de tu hijo.









