El síndrome de fatiga crónica es una enfermedad compleja que afecta enormemente a la calidad de vida de las personas que están afectadas. Según las estadísticas, hay cinco veces más mujeres que hombres que están afectados por este síndrome, es decir que por una razón particular, afecta más a las mujeres. Dolores, cansancio extremo, depresión: los efectos de este problema son múltiples y es importante conseguir comprenderlos y cuáles son las causas y cómo tratarlas.

Tu plato está vacío y tú a duras penas puedes mantener los ojos abiertos: la modorra ha llegado -otra vez-. Y es que es automático, cada vez que terminas de comer, te asaltan unas GANAS de dormir la siesta... La pregunta es, ¿a qué se debe este cansancio?

Todos hemos oído hablar de la expresión “cada persona es única”, y efectivamente todos somos diferentes en términos de costumbres de vida, de régimen, de estilo de vida, y de muchas otras cosas. En función del número de horas que se duerme, el cuerpo descansa lo suficiente o quizás no. Pero, ¿cómo saber si es necesario dormir más o si se duerme el número de horas suficiente en función de la edad, del sexo, y de las actividades cotidianas?

Si apenas dormiste (o no dormiste nada) la noche anterior, y no puedes evitar tener que levantarte temprano a la mañana siguiente, te revelamos una guía estratégica para sobrevivir hasta la hora de acostarte cuando estás sin dormir.

Sentirse cansado en momentos de máxima actividad es algo bastante común. Sin embargo, si nos sentimos fatigados sin causa aparente, podríamos estar enfrentando hábitos o problemas de salud ocultos que hay que detectar. Hoy analizamos algunas de las causas de la fatiga más frecuentes.

La comida es el combustible para todas tus actividades. Y estos eventos van más allá de hacer ejercicio. Todo lo que haces en el día necesita de la energía que saca tu cuerpo de los alimentos que consumes. Desde que abres los ojos hasta que los cierras. pensar, caminar, escribir, leer, ponerte de mal humor; todas tus reacciones y actividades, pasan gracias a la transformación energética que se da gracias al alimento que ingieres.