Hace ya varias temporadas se ha instalado la tendencia de usar accesorios grandes, entre estos los llamados Maxibolsos. Lindísimos, sí. Saludables, no.

Los trastornos vinculados al sueño se ven en todas partes. En lo personal suelo tener períodos, algunos en los que duermo bien y profundamente, pero otros en los que el insomnio se apodera de mí haciéndome pasar tres horas en la cama dando vueltas hasta volver a dormirme. Y probablemente a ti que estás leyendo esto te ocurra a veces algo similar.

Es un clásico el recomendarle a una persona que pasa mucho tiempo frente al monitor de una computadora o un videojuego que intente interrumpir el uso del dispositivo porque le puede dañar la vista. Esto no es necesariamente cierto en sentido literal, pero no debe por esto subestimarse.

Es muy común que al hacer ejercicio físico se comience los primeros minutos un tanto cansado, pero que luego se pierda la dificultad para respirar y disminuya el estado de fatiga. Este fenómeno puede experimentarse fácilmente con tan sólo salir a correr al aire libre, lo cual nos cansará en un principio, pero, una vez estables, sentiremos que el sentimiento de cansancio va disminuyendo progresivamente.

La cuestión de la duración del sueño óptimo es un tanto controversial. No por el hecho de que genera polémica, sino por el hecho de que varía de una persona a otra, habiendo personas que sólo duermen cuatro horas hasta otras que prolongan su sueño hasta diez horas.

Es un hecho muy común que los ojos de los oficinistas sufran las consecuencias de permanecer varias horas frente a un monitor. Las largas jornadas laborales producen efectos en nuestra salud ocular bastante nocivos y que suelen molestar muy recurrentemente, incluso cuando la persona no se encuentra frente a un monitor.