¿Estás dispuesto a hacer que este día sea único? ¿Quieres acostarte en la noche y decirte “woow, qué BUEN día”? Entonces, llegaste al lugar correcto...

Sales del trabajo luego de un día agotador, una reunión con tu jefe te mantuvo discutiendo hasta tarde, tanto que ya es de noche y ni siquiera lo habías notado. Mientras caminas hacia la estación de tren para volver a casa comienza a llover, no trajiste paragüas, porque tienes tanto trabajo que ni siquiera recordaste mirar las noticias para verificar si llovería.

Ganar dinero es una de las principales razones por las que trabajas arduamente todos los días. Así que es muy lógico que quieras asegurarte de gastarlo de la manera correcta para ser feliz, pero ¿en qué debe ser? ¿Aparatos electrónicos? ¿Un coche? ¿El celular más moderno que existe?

Parece imposible en pleno siglo XXI que las mujeres no estemos consiguiendo lo que queremos. Quien nos observa de afuera piensa que somos todo lo que se podría desear: independientes, exitosas, organizadas. Sin embargo, todavía conservamos los vestigios de siglos de represión, pero de una manera mucho más sutil, pues seguimos dejándonos influenciar por otros a la hora de escoger la vida que realmente queremos. ¡Y lo peor es que muchas veces ni siquiera nos damos cuenta!

La felicidad es una opción; podemos elegir ser felices o miserables. Sin embargo, hay algunas elecciones no intencionales que hacemos todos los días que afectan nuestro bienestar. No nos damos cuenta de cómo dramáticamente pueden cambiar el curso de nuestra vida, de la satisfacción a la infelicidad.

Estoy casi segura de que no has oído hablar de la terapia de la risa. Aunque parezca sorprendente, esta filosofía terapéutica tiene miles de adeptos alrededor del mundo. La terapia de la risa se vuelve cada vez más popular quizás porque se fundamenta en una multiplicidad de técnicas con un objetivo simple, sencillo y amoroso: hacer que la persona ¡se ría!