Dormir la siesta es beneficioso para la salud: lo han corroborado muchos estudios y varias de las grandes compañías ya han habilitado lugares que les permitan a sus empleados echar una cabezadita.

Algo pasa, pero en el momento en apagamos la luz, nos acostamos en la cama, apoyamos la cabeza en la almohada… ¡Poom! Todo el sueño se va de tu cuerpo y mientras damos vueltas entre las sábanas como gusano, los pensamientos más extraños, graciosos y, sí aceptémoslo, vergonzosos, cruzan por nuestra mente.

Como si de una maldición se tratara, después de que les platiqué sobre lo MUCHO que me gusta dormir, pase unas semanas terribles. ¿Por qué? ¡Porque no era capaz de conciliar el sueño!

¿Cuál es tu posición preferida para dormir? ¿De lado? Entonces dejame decirte que descansar de esta forma puede ayudarte a minimizar y prevenir la aparición de ciertas enfermedades mentales tales como el mal de Alzheimer y la demencia senil. ¿Te interesa saber por qué? ¡Entonces ven conmigo!

Al momento de irnos a dormir por la noche, siempre buscamos la posición más cómoda que nos permita descansar sin sobresaltos. Pero, ¿sabías que hay determinadas posiciones que es mejor no poner en práctica al momento de irnos a la cama?

Ahora que estamos en septiembre, quienes viven en ciudades en los Estados Unidos donde el invierno ataca, andan en la preparación con remedios para evitar enfermarse. No hay nada peor que pasar días de invierno con un resfriado. Recuerdo cuando me mudé a Nueva York luego de vivir en el clima tropical de Miami, que el invierno fue horrible porque no tomé precauciones para cuidarse y no enfermarme.