Cuando el agresor la vio caer al suelo llena de sangre se dirigió de inmediato a su motocicleta y escapó del lugar, mientras otros jóvenes acudían hasta donde estaba la herida para tratar de auxiliarla en lo que arribaban los servicios de emergencias. Horas después derrapó con la moto y fue hallado al costado de una autopista.

A pesar de que la víctima se fue de la celebración para calmar los ánimos, una decena de asistentes lo persiguió unas cuadras hasta que lo alcanzaron y le propinaron una tremenda golpiza que terminó con su vida. Hasta el momento no hay detenidos por el homicidio.

Los sospechosos, uno de ellos un policía en licencia por vacaciones, escaparon en el automóvil desde el que accionaron el arma como venganza. Sin embargo, el oficial fue detenido horas más tarde.

Cuando la víctima rechazó entregarle todo lo que tenía al delincuente e incluso lo alcanzó a tomar del cuello, el asaltante le propinó cuatro balazos que lo dejaron tendido frente a su pareja, a quien acompañaba al trabajo.

Cuando el asaltante estuvo rodeado, uno de los trabajadores tomó una tarima de madera y se la arrojó encima al ladrón, antes de comenzar a golpearlo y de que otros se sumaran a las agresiones, propinándole patadas en la espalda y diversos puñetazos en cara y estómago.

La acusada logró entablar un sistema de narcomenudeo en varias casas de la zona, mismo que fue desarticulado por las autoridades que allanaron simultáneamente dichas viviendas logrando obtener varios teléfonos celulares, una tablet, unos 200 envoltorios de cocaína y unos 1,150 dólares en efectivo, entre otras cosas.