Cuando el homicida no aceptó que su relación de nueve años terminara, el hombre comenzó a acosar a la mujer e incluso en redes sociales publicó que "la venganza se sirve en plato frío". A pesar de que ella nunca creyó que le hiciera daño, el pasado lunes llegó hasta su trabajo y la mató, para después suicidarse.

El menor, de 12 años, había pasado la noche de fiesta con otros adolescentes y cerca del amanecer decidieron trasladarse a una casa para seguir conviviendo. Allí, un joven presumió el arma, la cual se disparó, impactando de lleno en el pecho de la víctima, dejándolo muerto sobre el piso del patio.

El propio adolescente, de 15 años, le contó a la policía que el presunto agresor, un hombre en situación de calle, lo arrinconó en el lugar, donde le robó su celular y después lo atacó sexualmente.

A pesar de que la víctima fue trasladada a un hospital, los médicos precisaron que en su cabeza había un orificio de entrada pero no uno de salida, por lo que la bala se quedó incrustrada en su cráneo. "Le destrozaron su cabeza (...) y vivirá hasta que su corazón diga basta", dijo el afligido padre del joven.

No conformes con la supuesta brutal agresión contra aquel hombre, los imputados lo ataron moribundo a un poste, donde los servicios de emergencia lo recogieron pero poco se pudo hacer para salvarle la vida.

El sospechoso fue aprehendido como parte de 14 allanamientos que arrojaron cinco aprehensiones, además de rescatar a 20 adultos y seis niños que eran supuestamente sometidos a explotación sexual y trabajo infantil.