Algunos de estos bebés ni siquiera tienen nombre y se quedaron huérfanos de madre tras el brutal ataque en la capital de Afganistán que dejó 24 muertos. Ese mismo día el país vivió otro atentado en un funeral en el que murieron 32 personas luego de un ataque suicida.

El martes fue un día sangriento en Kabul, capital de Afganistán. Un ataque a la maternidad perpetrado por hombres que irrumpieron y rociaron de balas todo a su paso este martes. Al menos 24 personas murieron en el ataque, dos de ellas bebés recién nacidos, y 16 resultaron heridas. Ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad de este tiroteo. Ese mismo día, otro atentado de un kamikaze que se hizo explotar en un gran funeral en la provincia Nangarhar, al este del país, dejó 32 muertos.

En un informe al Congreso de Estados Unidos, el Departamento de Defensa reportó que durante las operaciones militares estadounidenses en Irak, Siria, Afganistán y Somalia 132 civiles perdieron la vida y 91 resultaron heridos. Las cifras oficiales de víctimas distan mucho de las ofrecidas por las organizaciones no gubernamentales.

En un carta enviada a la senadora demócrata Dianne Feinsten, el sindicato mezcla incorrectamente el paquete de emergencia nacional con la ayuda del Fondo Monetario Internacional a la nación persa.

El Departamento de Salud Pública del Centro Médico de Womack está conduciendo una investigación y notificará a quienes estuvieron en contacto con las personas involucradas para cumplir con las pautas de monitoreo.