El martes fue un día sangriento en Kabul, capital de Afganistán. Un ataque a la maternidad perpetrado por hombres que irrumpieron y rociaron de balas todo a su paso este martes. Al menos 24 personas murieron en el ataque, dos de ellas bebés recién nacidos, y 16 resultaron heridas. Ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad de este tiroteo. Ese mismo día, otro atentado de un kamikaze que se hizo explotar en un gran funeral en la provincia Nangarhar, al este del país, dejó 32 muertos.