Adriana Ulloa dejó México para apoyar a su madre, quien fue sometida a una cirugía. Sin embargo, la vida le dio un revés cuando se enteró de que padece de un agresivo cáncer en el hígado. La hispana no es candidata para recibir un trasplante y su única esperanza es la quimioterapia. Ahora, pide a organizaciones caritativas que le ayuden con los elevados gastos de su tratamiento.

La mañana de este miércoles, la organización adelantó una mesa redonda con expertos para dar a conocer, entre varios temas, que hay fondos disponibles para ayudar a las personas a pagar sus primas médicas. También entregaron información sobre cómo una persona adicta a las drogas puede ingresar a programas de rehabilitación.

La iniciativa de ley AB 4 fue aprobada este martes en la Asamblea legislativa con 44 votos a favor y 11 en contra. La medida busca ampliar los beneficios de Medi-Cal a todas las personas mayores de 19 años sin importar su estatus migratorio.

Juan Pinzón, del Community Health Advocates, asegura que lo primero que debe hacer la persona es investigar cuál es el problema, si la asistencia no está cubierta y si se requería hacer una preautorización. También tener en cuenta si es médicamente necesario que el beneficiario lo reciba y tratar de apelar la decisión.

De acuerdo con la Reserva Federal, gastos inesperados y relativamente pequeños como la reparación de un automóvil o el reemplazo de algo roto en casa es una carga pesada para muchas familias sin ahorros.

La madre de Dylan Zárate, quien padece de un trastorno que debilita los músculos conocido como distrofia muscular de Duchenne, explica que él pronto cumplirá los 19 años y con esa edad terminará la ayuda médica que recibe. Ahora los dos, junto a su familia, esperan un milagro.