Factores como la altura podrían tener una fuerte incidencia en el proceso de perder peso. Tiene sentido: a fin de cuentas, cuanto más pequeño es un cuerpo, requiere menos energía o, en otras palabras, necesita quemar menos calorías.

Annie Jensen es nutricionista, pero no hay nada en este mundo que ame más que armar su mochila y caminar. Ha recorrido numerosos sitios de Estados Unidos, pero también se animó a descubrir sola 18 montañas en Nueva Zelanda. Annie afirma que el hiking es su manera favorita de recargar las baterías.

Amanda Wood decidió comenzar a perder peso en 2015 porque «estaba cansada de estar cansada». Llegó a pesar 170 kilos, hasta que un familiar le aconsejó una nutricionista. Luego de 2 años de seguir los consejos médicos, logró bajar 68 kilos.

Que todas las abuelitas tuvieran una figura envidiable en su juventud no es coincidencia. La famosa silueta 'de reloj de arena' era una característica de las generaciones pasadas y su forma de vestir tuvo mucho que ver, pues todas andaban "fajadas". Es por eso que cuando en el 2000 se pusieron de moda los pantalones a la cadera, muchas de nosotras padecimos las molestas llantitas como efecto contrario.

Varios estudios sugieren que beber vino nos ayuda a perder peso. Por un lado, la estadística lo confirma: quienes lo han hecho han reducido su peso. Por otro lado, la evidencia también lo respalda: el vino contiene un polifenol llamado resveratrol que es sumamente beneficioso.

Cuando comienzas una dieta y una rutina de ejercicios aeróbicos, lo único que esperas es ver cómo pierdes peso. Sin embargo, ¿te has puesto a pensar dónde se dirige la grasa que eliminas?