Épocas en las que el móvil suena a cada rato, el ordenador es ya parte de tu cuerpo y el estrés zumba alrededor de tu cabeza como un molesto moscardón, parece difícil pensar en hacerte un ratito para meditar y encontrarte contigo mismo. Sin embargo, permíteme decirte que si piensas así es porque no has meditado jamás.

El boom de las paltas está entre nosotros. Esta fruta (también conocida como aguacate) se utiliza en diversos acompañamientos para las comidas, y hasta existen algunos fundamentalistas que las consumen solas. Es que su versatilidad es tal que pueden servir para preparar salsas y condimentos que queden bien con múltiples platos.

Recientemente hablamos del arándano rojo. Una planta medicinal que pertenece a la misma familia del arándano común. Este tipo de arándano madura entre agosto y septiembre. Y en esa época cuando son recolectados para preparar medicinas naturales.

Me confieso adicto a la yerba mate, planta que se consume con un ritual asociado a ella (que involucra una aprehensión cultural al mate en Uruguay, Brasil, Paraguay y Argentina) y que sirve tanto a modo de despertador matinal por sus efectos energizantes, como bien a modo de acompañante.

Bananas, naranjas, manzanas, durazno... Las frutas que pasan por tu cesto son siempre las mismas. Tal vez disfrutes cada tanto de un melón, unas uvas o una sandía, pero pocas veces te das el gusto de innovar y probar degustar tu paladar con algunas frutas exóticas.

El radal es un árbol que también es conocido por el nombre de roden. Pertenece a la familia Proteaceae, muy difundida en el hemisferio sur del planeta y que comprende 62 géneros y más de 1000 especies. El radal es una de estas variedades, y se la reconoce por su tronco de 80cm de dimetro y sus hojas grandes. Las flores en racimos son las que apreciamos en la fotografía de arriba.