El edificio, de tres pisos y 11 apartamentos, todavía no cumple el tiempo para la exigencia de recertificación, pero hace cuatro años la ciudad emitió una advertencia indicando que la estructura es insegura. Las viviendas serían evacuadas este lunes si no se corrigen los problemas hallados. Residentes esperan que algunas acciones realizadas sean suficientes para evitar desalojos.

Pese a que un ingeniero contratado para identificar las causas del colapso dijo que la zona aún es peligrosa, varios sobrevivientes han pedido que se levante una nueva edificación en el lugar para recuperar sus viviendas. Sin embargo, esto ha traído polémica entre la comunidad, ya que muchos no quieren que se lleve a cabo otro proyecto inmobiliario por respeto a las víctimas. Más información aquí.

El gobernador Phil Murphy firmó una ley bajo la que en un plazo de 30 días se debe elaborar un inventario inicial de las líneas de servicio de plomo y de las tuberías desconocidas, y poco a poco, en un plazo de 10 años, sustiturlas todas.

Docenas de familias llevan varios años esperando que la compañía constructora a la que le entregaron miles de dólares como parte del depósito para reservar casas en el sur de Miami-Dade les responda. Los afectados señalan que en 2017 les mostraron viviendas modelo y les hicieron un tour, pero, hasta el momento, no saben nada de las obras que les prometieron.

Alexander Miranda y su familia fue evacuado del edificio el pasado 2 de julio junto con sus vecinos por aparentes problemas estructurales y eléctricos. Dice que desde ese día ha vivido momentos muy difíciles, incluso durmiendo con su hija y su esposa en su vehículo. Este miércoles volvieron al Crestview Towers, pero solo con la autorización de sacar algunas pertenencias.

El carril ferroviario elevado de 1,5 millas conectaría el aeropuerto con una parada de tren junto al Citi Field, al que llegan el Long Island Rail Road y la línea de subway número 7.