En algún momento entre el almuerzo y el fin de la jornada laboral nos encontramos deseando alguna barrita de chocolate o un paquete de papas, un pequeño empuje para acompañarnos a terminar el día. Muchas veces nos aguantamos las ganas de salir corriendo a comprar algo lleno de harinas, grasas o azúcares, y nos quedamos con hambre en el escritorio, diciéndonos a nosotras mismas que solo faltan seis horas para la cena. Y, si bien algunas veces esta táctica funciona, la mayor parte del tiempo no.

Cuando nos hacemos el propósito de llevar una vida más saludable, lo primero que buscamos es cuidar más nuestra alimentación y activarnos con rutinas de ejercicio.

Año Nuevo, vida nueva, dicen algunos luego de terminar las fiestas decembrinas. Ésta es una de las mayores razones por las que los gimnasios están repletos de gente buscando mejorar su estilo de vida y salud con un poco de ejercicio.

Sabemos que empezar una vida saludable no es tarea fácil, sobretodo cuando hay cosas tan deliciosas pero poco sanas. Además de empezar una rutina de ejercicio, es necesario poner atención en lo que comemos. Para ayudarte con ese objetivo, te damos ideas para que desayunes de manera saludable y sin dejar de consentir a tu paladar.

Tus padres te dijeron miles de veces: «No creas todo lo que ves en el Internet» mientras ellos enviaban una cadena que evitaría que WhatsApp cobrara dinero. Y tenían razón, pues la cantidad de información falsa que circula en redes sociales es alarmante y el mundo del fitness no es la excepción; con frecuencia obtendrás malos consejos sobre entrenamiento o dietas milagrosas para bajar de peso.

Seguramente has probado alguna de las más de 7 mil variedades de manzanas que existen, y seguramente lo has hecho en algún postre o con algo dulce, o simplemente solas, como manzanas de mesa, pero, ¿alguna vez te imaginaste usarlas para cocinar una sopa, guarnición o plato fuerte?