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Alimentos que comes todos los días y que están boicoteando tu objetivo de una vida más saludable

Cuando nos hacemos el propósito de llevar una vida más saludable, lo primero que buscamos es cuidar más nuestra alimentación y activarnos con rutinas de ejercicio.

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En lo que se refiere a la alimentación, más que seguir una dieta sumamente restrictiva para bajar de peso, lo recomendable es conocer cuáles son los alimentos que podemos comer en mayor cantidad y cuáles es mejor mantener al margen. También es importante que sepamos cómo preparar los ingredientes, para que no interfieran en nuestro propósito de seguir una vida más saludable.

Edulcorantes artificiales no calóricos

La mayoría de estos productos, como la sacarina, son consumidos por quienes buscan bajar de peso y cuidar su salud. Sin embargo, los especialistas han descubierto que los edulcorantes artificiales podrían alterar la microbiota intestinal e inducir intolerancia a la glucosa.

Edulcorantes naturales no calóricos

Un estudio reciente demostró que no hay diferencias estadísticamente o clínicamente significativas entre el consumo de edulcorantes y azúcar, salvo una pequeña pérdida de peso.

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Jamón natural

El jamón es un embutido y entra dentro de la clasificación de carne procesada que la Organización Mundial de la Salud describe como «carcinogénica para humanos».

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Leche

Es verdad que el cuerpo necesita calcio, pero es mejor evitar la leche entera y elegir una baja en grasas. Si eres mayor y empiezas a rechazar la lactosa (algo muy normal), puedes obtener calcio de la col rizada, los frijoles, la avena, el tofu, el brócoli, las sardinas y las almendras.

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Galletas de agua (saladas o crackers)

Este tipo de galleta suele parecer más saludable que las galletas dulces o los bizcochos. Inclusive te las recomiendan cuando estás mal de la barriga por una intoxicación. Pero la realidad es que muchas contienen grandes cantidades de grasas trans que ayudan a la conservación prolongada y maleabilidad. Estas pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

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Bebidas gasificadas

Algunas dietas sugieren el consumo de sodas para evitar tentarse con comida o conseguir una mayor sensación de saciedad. Pero este tipo de bebida podría derivar en resistencia a la insulina, síndrome metabólico y diabetes. Un consumo mayor está relacionado como el desarrollo de demencia, aumento del riesgo de contraer cáncer y enfermedades del corazón, además de obesidad.

Huevo

Si bien la clara es muy recomendable, la yema debería evitarse porque contiene grasas saturadas que aumentan los niveles de colesterol LDL (el colesterol 'malo').

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Salchichas

No importa que sean desgrasadas, magras, de pavo o pollo, ¡es una carne procesada igual y es mala para la salud!

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Aceite de coco

Muchos sugieren reemplazar los otros aceites por aceite de coco en la cocina, pero no es recomendable comerlo en exceso. Su concentración de grasas saturadas aumenta el riesgo de sufrir ateroesclerosis, accidentes cerebrovasculares o ataques cardíacos.

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Margarina

Lo mismo sucede con la margarina que, si bien es mejor que la manteca de vaca por su origen vegetal, no deja de tener grasas saturadas.

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Carne de ternera

La Organización Mundial de la Salud (OMS) también clasifica las carnes rojas como «probablemente carcinogénica para humanos», por eso deberías reducir el consumo de estas y basar tu alimentación en carnes blancas, más que en rojas.

Zumo de naranja

Es cierto que la naranja tiene vitamina C y es necesaria para el cuerpo, pero si compras jugo en el supermercado, aunque sea exprimido, tendrá más conservadores y azúcares que le quitarán lo sano.

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Chocolate

Si hacer mucho ejercicio, probablemente has escuchado o leído que el chocolate es ideal para consumir después de tu entrenamiento ,por la proteína que sirve para recuperar las fibras musculares. Sin embargo, es mejor optar por el chocolate amargo y no el chocolate con leche, y consumirlo solo cuando tu rutina sea muy pesada.

Pescado ahumado o en conserva

Es cierto que el pescado es muy bueno, sobre todo por su aporte de Omega 3, pero solo si lo comes fresco. Cuando es ahumado o en conserva suele contener mucha sal, y una dieta alta en sodio contribuye a la hipertensión arterial, accidentes cerebrovasculares y complicaciones cardíacas.

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Aceitunas

Lo mismo sucede con las aceitunas que vienen en salmuera (aunque las laves). Lo peor de los alimentos con exceso de sal es que crean una especie de adicción y es mucho más difícil controlar las cantidades que uno ingiere.

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Mostaza

Este tipo de aderezo suele ser recomendado por nutricionistas, para condimentar carnes en las dietas de pérdida de peso. Solo hay que tener en cuenta que, incluso cuando es un condimento bajo en calorías, los niveles de sodio son altos. ¡Usa poca cantidad!

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Aguacate

Al igual que las aceitunas, el aguacate contiene grandes cantidades de grasas. Si bien son consideradas grasas buenas, no es recomendable consumirlo en exceso y las personas con alteraciones de los lípidos deberían evitarlo.

Frutos secos

Los mismo sucede con las nueces, avellanas, maní o almendras que tienen un gran contenido oleico que se traduce en grasa.

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Uvas

Si bien las frutas frescas son muy buena por no ser carbohidratos elaborados, las uvas contienen altos niveles de azúcar además de grasas. Limita su consumo.

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Carne de cordero

Este tipo de carne también entra en la clasificación de carnes rojas de la OMS, así que mejor comer poquito aunque sea muy sabrosa.

Aliño para ensaladas

Nos referimos a los aliños elaborados industrialmente, aunque sean reducidos en grasas. Los aderezos, aunque sean light, suelen contener jarabe de maíz de alta fructosa que podría ocasionar distensión abdominal, meteorismo y diarrea, así como obesidad, hiperglucemia, dislipemia e hipertensión arterial.

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Cereales de desayuno

Por su alto contenido de JMAF, comerlos diariamente también contribuye al desarrollo de enfermedad cardiovascular y diabetes si se consume en exceso.

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Yogures

Algunos yogures también contienen jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF), por lo que es necesario prestar atención a los ingredientes. El mayor problema con el JMAF es que es si bien aparece mencionado en las etiquetas, no se indica su concentración, ya que no hay regulación que lo ordene en la mayoría de los países.

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Mermelada y jalea light

Que sean bajas en calorías no significa que sean saludables. También se suman al listado de alimentos procesados con JMAF. La OMS recomienda reducir su ingesta e intentar consumir más alimentos naturales y preparaciones caseras.

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Patatas rústica al horno

Abusar de la patata, creyendo que es un vegetal saludable, es un grave error. ¡No es para comerla a diario! Ni siquiera si la cocinas con cáscara. Es mejor, en su lugar, optar por batata (camote) con cáscara que tiene menos carbohidratos, mucho betacaroteno y está llena de fibras.

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Licuados frutales

El problema con este tipo de bebida es que, sin darte cuenta, estarás consumiendo un montón de frutas y eso se traduce en altos niveles de azúcar.

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Barras de cereal

Aunque aparentemente son sanas, las barritas suelen aportar una gran cantidad de azúcar y muchas tienen niveles altos de JMAF.

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Pasas de uva

Si las uvas ya tienen concentración de azúcar, ¡imagínate el nivel que alcanzan las pasas de uva! Por algo son tan ricas...

Fruta deshidratada

Lo mismo sucede con el resto de la fruta deshidratada, ya sean manzanas, orejones, peras y ni hablar de las bananas que suelen estar además fritas.

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Carne de cabra

Al igual que la carne vacuna y de cordero, suele creerse que la cabra -por ser una animal generalmente criado en el campo- es más saludable, pero no deja ser carne roja.

Leche de soja

Suele contener muchos azúcares agregados y carragenina, un aditivo de algas rojas que sirve para espesar la leche. Este ingrediente aumenta el riesgo de úlceras estomacales e intolerancia a la glucosa. Lo ideal es hacerse leche de almendras o alpiste en casa.

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Chips de verduras

¡No son una gran idea para reemplazar las patatas fritas, aunque lo parezcan! Ese snack suele estar hecho a base de almidón de patata y harina de maíz, con mucho saborizante y colorante. Nada como las verduras al natural.

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Pasta integral

La pasta integral puede ser un gran alimento, así como la pasta a base de quinoa, garbanzos o lentejas. La clave está en leer la información nutricional y asegurarnos de que tengan al menos cinco gramos de proteína y siete gramos de fibra por porción (unos 80 gramos en total). La mejor opción de todos modos son los fideos de calabacín.

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#34 Cecina

Sí es delicioso como pocos fiambres, pero la cecina es un embutido y también deberías evitarlo por el proceso de ahumado y por la cantidad de sal que lleva.

Pan integral

Algo peor que las barras de cereal, es el trigo. Este pan, lejos de hacer bien, aumenta el azúcar en sangre, lo que que puede desembocar en diabetes si se come en exceso. Hay que reducir el consumo de los productos con carbohidratos complejos.

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Hamburguesas

Deberías evitar el exceso de hamburguesas y saber cuáles elegir. «No es lo mismo una de buena calidad, que otra con un alto nivel de procesado industrial», asegura el catedrático de salud de la Universidad Autónoma de Barcelona, Miquel Porta.

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Vino

Si bien algunos especialistas recomiendan tomar una copa de vino al día, para evitar problemas cardíacos, no debemos olvidar que el alcohol contiene niveles altos de azúcar. Así que mejor... no beber todos los días.

Yogur helado bajo en grasas

Justo cuando creías haber encontrado un sustituto saludable para el helado, te enteras de que el yogur helado suele tener más azúcar. ¿Lo ideal? Comprar un yogur alto en proteínas y congelarlo en casa.

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Alimentos sin gluten

Que una galleta o pasta no contenga gluten, no significa que sea saludable. De hecho, se suelen utilizar muchos químicos dañinos para lograr la consistencia deseada.

Alimentos veganos

Lo mismo sucede con los alimentos que aseguran ser veganos, como las hamburguesas de legumbres que suelen estar llenas de calorías vacías y nada de nutrientes. ¡Es mejor preparar estos alimentos en casa!

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Carne picada / molida

Puedes que creas que si es cerdo o pollo picado no sean tan malos como la ternera, pero ¡no es así! Todas son carnes procesadas y afectan a tu salud, si las consumes en exceso. Es mejor comer carne a la plancha.

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Néctar de agave

Si bien es un sustituto natural para el azúcar, el proceso para obtener este edulcorante hace que tenga entre un 70 y 90 por ciento de jarabe de maíz de alta fructosa.

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Avena

El problema con la avena es que suele contener muchos aditivos y azúcares. ¡Lee las etiquetas de los empaques!

Hummus

Es sano si lo haces en tu casa y controlas la cantidad (al ser puré, puedes excederte). Si lo compras ya hecho, suele tener altos niveles de grasa y sodio.

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Aceite de canola

Si bien tiene propiedades monoinsaturadas parecidas a las del aceite de oliva, en la actualidad derivan de cultivos modificados genéticamente que le aportan altos niveles de grasas trans.

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Palomitas de maíz

Se han popularizado como un snack saludable y realmente lo son, si evitas algunas cosas: que el maíz esté genéticamente modificado, que no lleven azúcar ni sal, y tampoco estén cocinadas con aceite. ¡Algo bastante difícil!

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Barras proteicas

Si estás buscando proteínas, prueba con ricota descremada magra o una pechuga de pavo sin grasa. Las barras proteicas suelen ser tan poco nutritivas como una barra de cereal normal.

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Granola

La granola suele tener muchos ingredientes altos en nutrientes, pero el problema son los conservadores, el colorante, los saborizantes y la cantidad de azúcar que contiene.

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Hamburguesas vegetarianas o veganas

En lugar de verduras, suele estar hechas a base de arroz y frijoles, y para amalgamar se usan muchos aceites y proteínas vegetales. Mejor probar alguna de estas recetas de hamburguesas veganas.

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Té o café frío embotellado

Estas bebidas son pura azúcar, aunque digan que son cero calorías. Mejor prueba elaborarlo en casa.

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