Ante la presión internacional por los indetenibles incendios que consumen la selva brasileña, el presidente Jair Bolsonaro autorizó el uso de tropas "para acciones preventivas y represivas contra delitos ambientales" y al mismo tiempo que acusó a las ONG de estar detrás de los fuegos.

Se trata de la selva más importante que une a nueve países, una de las maravillas naturales del mundo.

A lo largo de un año Brasil ha sufrido unos 74,000 incendios, el 52% de ellos en la Amazonía. En Sao Paulo, la mezcla de humo con el frío contaminó más la atmósfera y causó oscuridad en medio de la jornada. Países europeos como Noruega y Alemania acusan al mandatario brasileño de no tener un compromiso contra la deforestación.

El 20% del oxigeno proviene de esta zona, y esta es una de las razones por las que se ha levantado la alerta mundial.

En lo que va del año se contabilizan más de 40,000 incendios en la zona, un 83% más que en 2018. La situación es tan peligrosa que los científicos han comenzado a lanzar advertencias del impacto nefasto que estos fuegos pueden tener en el medio ambiente.

Las conflagraciones en la Amazonía de Brasil se incrementaron este año en un 83%, en comparación con 2018. Ya son casi 73,000 los fuegos registrados durante el 2019.