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Abajo el mal aliento con estas "frescas" recomendaciones

¿Tu marido está cada día más reacio a besarte? ¿Tus amigos se te apartan cuando quieres contarles un secreto? Ponle fin al mal aliento.  
13 Nov 2014 – 09:40 AM EST
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Texto: Florencia Bernadou 

Cuando te preguntan por las características del hombre ideal, la lista puede ser larga: apuesto, sensible, compañero, con un buen empleo... Pero si te piden que digas qué no soportarías, la respuesta suele ser universal: ¡que tenga mal aliento! 

Pero, ¿no has pensado acaso que puedes ser tú quien lo padezca? Entérate cómo detectar y erradicar ese embarazoso "aliento de dragón".

Un trastorno que provoca rechazo

La sensación de rechazo que provoca el mal aliento es inmediata e irreversible. Y no importa que sea tu amigo, tu madre o el amor de tu vida. La halitosis crea una barrera infranqueable entres quienes lo padecen y quienes lo padecen... por tener que respirarlo.

Uno de los mayores problemas del mal aliento es que quienes lo sufren, muchas veces no se dan cuenta (algo similar ocurre con el sudor). Irónicamente, tu nariz está cerquísima de tu boca, pero la pobrecilla ni se inmuta cuando detecta el hedor. El ceño fruncido de los demás y las cabezas que se alejan cuando te acercas deberían darte una pista.   

¿Cómo sabes si eres tú la del mal aliento?

La primera opción es consultarlo con tu odontólogo quien, henchido de valor y de olfato, te dará su veredicto. También puedes pedirle a alguien de confianza (de MUCHA confianza) que te diga la cruel verdad. 

Por último, puedes testearte tú misma. Tal vez piensas que ya lo haces al juntar tus manos y soplar en ellas. Pues esto no resulta, mi amiga. La forma correcta de autodiagnosticarte es la siguiente: lame el dorso de tu mano, espera a que la saliva se seque y entonces sí, huélela.  

¿Por qué?

Las causas de la halitosis son muchas. Entre las más comunes figuran:

- La alimentación. Los restos de comida quedan entre tus encías y se descomponen, provocando olores desagradables. También las bebidas como el alcohol, el café o el mate podrían viciar tu aliento.

- El tabaquismo. Fumar provoca mal aliento, seca la boca y puede dañar tus encías, otra fuente de halitosis.

- Una mala higiene bucal. Si no te cepillas los dientes, ni te pasas el hilo dental diariamente, las bacterias formarán placa, irritarán tus encías y producirán mal aliento.

- Problemas en la boca. Caries y mala cicatrización podrían provocarte infecciones que huelan mal.  

- Medicamentos. Algunos, como los antihistamínicos o los ansiolíticos, también podrían causar halitosis.   

Remedios caseros

Hay varias cosas que puedes hacer para volver a tener un aliento fresco y saludable. Por ejemplo:

- Cepíllate los dientes después de comer. Parece una obviedad, pero seguramente no cumplas con este mandato de los odontólogos a rajatabla.

- Escoge con sabiduría una buena pasta dental. Hay muchísimas y muy buenas. Procura elegir una que contenga flúor y recuerda que los dentífricos con propiedades antibacterianas han demostrado reducir los malos olores bucales.

- Amígate con el hilo dental. Es óptimo para remover los restos de comida de las encías, que al pudrirse directamente apestan.

- Ocúpate de tu olvidada lengua. Actualmente, existen muchos cepillos dentales que traen un “limpia-lenguas” en el extremo.

- Utiliza enjuagues bucales. Como hay una gran variedad de opciones, pregúntale a tu dentista cuál te convendría elegir.

- Evita la boca seca. Para mantenerla húmeda, evita fumar y bebe mucha agua.

- Recurre a goma de mascar sin azúcar. Producirás más saliva, que limpia la boca de forma natural.

- Consulta periódicamente a tu dentista. Dos veces al año son suficientes para detectar si estás padeciendo algún problema dental. 

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