Las bases demócratas están dando la espalda a los candidatos del 'establishment' para dar paso a nuevas caras, a mujeres y a representantes de minorías

El demócrata Cory Booker había amenazado con publicar correos electrónicos confidenciales sobre "perfiles raciales", pese a que reconocía que estaría "conscientemente violando" la ley. Poco después los hizo públicos en su cuenta de Twitter.

Como sucedió en Nueva York con Alexandria Ocasio-Cortez, la sorpresiva victoria de Pressley en Boston sobre el representante Mike Capuano, que llevaba casi 20 años representando a su distrito en el Congreso en Washington DC, es vista como un nuevo signo de que los votantes demócratas están girando a la izquierda en busca de un liderazgo más diverso.

Activistas protestaron ante la audiencia de confirmación de Brett Kavanaugh para magistrado de la Corte Suprema de Justicia criticando su postura sobre los derechos reproductivos de la mujer y miembros del partido demócrata exigieron que se entreguen 100,000 documentos más sobre los tres años en los que trabajó para George W. Bush. Por otro lado, líderes republicanos aseguran que el juez es una de las mejores opciones.

En medio de críticas y señalamientos por los altos niveles de violencia en Chicago, el demócrata dijo en un comunicado que "por mucho que ame este trabajo y ame a esta ciudad y sus residentes", ha decidido no buscar la reelección.

El progresista se enfrentará a Ron DeSantis, quien fue respaldado por el presidente Donald Trump. Gillum está a favor de un sistema de salud sin exclusión, subir el salario mínimo y prohibir las armas de asalto.