Cerrar filas en 2020 o padecer otros cuatro años con Trump

“Para ganarle a Trump, los demócratas tienen que cerrar filas y mostrar un frente unido que atraiga al más progresista de los progresistas, a los más moderados y los republicanos que también aspiran a sacar a Trump de la presidencia”.

Convención Nacional Demócrata en 2016.
Convención Nacional Demócrata en 2016.
Imagen Reuters

WASHINGTON, DC - A menos que fuerzas mayores lo impidan, Donald J. Trump se apresta a buscar su reelección en los comicios generales de 2020. Y también a menos que fuerzas mayores lo impidan, se supone que, en teoría, los demócratas pudieran dar una buena batalla que asegure que Trump se una a la lista de presidentes que solo cumplen un período.

PUBLICIDAD

Pero de la teoría a la práctica, y de aquí al 2020, hay un gran trecho. Y los demócratas, como en tantas otras oportunidades, pueden hacer honor a la fama de que son especialistas en arrebatar la derrota de las fauces de la victoria.

Trump ya enseñó parte de sus cartas para 2020. Seguirá utilizando a los inmigrantes y la inmigración como grito de guerra contra unos demócratas que, según él, “detestan” al país y quieren “fronteras abiertas”. Esta semana presentaría su presupuesto y pediría 8,600 millones para el inútil muro, a pesar de que ya el Congreso rechazó la petición, reviviendo su lucha contra los demócratas con el solo objetivo de convencer a su base de que les está cumpliendo lo prometido, aunque no sea cierto.

De otra parte, ya está tildando a los demócratas de “socialistas” que solo quieren que el gobierno controle nuestras vidas. Lo más irónico es que un sector del país le cree, a pesar de que es Trump el que tiene afinidad, no con socialistas, sino con dictadores y autócratas, sobre todo con uno, el ruso Vladimir Putin, que solo sueña con que Rusia se convierta en una especie de Unión Soviética lite con mayor presencia y dominio en la escena mundial.

Pero nada de eso asusta o preocupa a los fieles seguidores de Trump, como los de Alabama, que le pidieron al presidente que les autografiara sus biblias. O el moribundo cuyo último deseo es hablar con Trump, y se le hizo realidad.

La pregunta es si solo con el apoyo de su leal base, aproximadamente 40% del país, Trump puede repetir la hazaña del 2016 cuando ganó el Colegio Electoral por apenas 80,000 votos concentrados en tres estados: Wisconsin, Michigan y Pennsylvania.

PUBLICIDAD
Mi último noticiero
Jorge Ramos

“Al decir esta noche mis últimas palabras en el noticiero, me quedé pensando en todo lo que me queda por delante. Después de todo, los periodistas nunca se retiran. Estamos condenados toda la vida a perseguir noticias, a perseguir lo nuevo”. <br/>

Mi último noticiero

Opinión
8 mins
Inventando otro Macondo
Jorge Ramos

“El reto de la serie era, en el mejor de los casos, complementar al libro y dar una visión, entre millones, de cómo era la vida en Macondo. Y lo logra. Agradezco las narraciones tomadas íntegramente del libro y las magníficas actuaciones marcadas por las páginas más que por las improvisaciones”.

Cómo vencer a Trump
Jorge Ramos

<b>“</b>En la cabeza de Trump todo conspira para demostrar su poder. Ganó la elección y el voto popular, se desvanecen los juicios en su contra, y legalmente se siente protegido para hacer lo que se le pegue la gana. Se siente en el tope. Es en este contexto que Trump amenazó con la imposición de aranceles contra México, Canadá y China”.

Cómo vencer a Trump

Opinión
5 mins
En México nadie sabe cómo
Jorge Ramos

<i>“Duele pero hay que decirlo: en México nadie sabe cómo detener la violencia. Si lo supieran, ya lo hubieran intentado. Lo que hemos visto desde la época de Felipe Calderón, cuando se declaró la guerra contra los narcos, son distintos experimentos -todos fallidos- para enfrentar la violencia”.</i>

La cruel y tonta idea de las deportaciones masivas
Jorge Ramos

<i>“Causarán un daño irreparable a miles de familias y a la economía estadounidense. No se trata de expulsar a los indocumentados sino de integrarlos a este país. Sería mucho más barato y efectivo. Pero Trump y sus asesores solo se oyen a sí mismos”.</i>

Trump: una amenaza para México
Jorge Ramos

“Hay mucho que negociar antes que Trump tome posesión el 20 de enero. Pero el peligro de deportaciones masivas, aranceles y hasta de operaciones militares en su territorio ha puesto en alerta a la nueva presidenta de México. Sheinbaum y Trump ya hablaron y se dijeron esas cosas huecas que se dicen los presidentes por teléfono”.

Y si los latinos deciden la elección…
Jorge Ramos

“La realidad es que cada vez hay más votantes latinos. Este año hay 36.2 millones de hispanos elegibles para votar, casi cuatro millones más que en 2020, según el centro Pew. Y aunque no todos van a salir a votar, los que lo hagan serán suficientes para definir quién será el próximo presidente o presidenta de Estados Unidos”.

El enemigo perfecto
Jorge Ramos

“Gane quien gane la elección en Estados Unidos, las cosas van a empeorar para los recién llegados. Los inmigrantes son el enemigo perfecto en esta campaña electoral. Son muy vulnerables, lo dejaron todo en su país de origen y no se pueden defender de los ataques injustificados de los políticos que solo quieren ganar votos”.

El enemigo perfecto

Opinión
5 mins
  El mundo imaginario de Donald Trump
Jorge Ramos

&quot;En este caso, nos toca apuntar y corregir todas las mentiras que Trump ha dicho -y que sigue diciendo- sobre los inmigrantes, sobre la insurrección del 6 de enero del 2021 y sobre todos los esfuerzos ilegítimos por negar los resultados de las elecciones del 2020. Las democracias mueren, primero, desde dentro&quot;.

Por la familia, todo: Ruben Gallego sobre su candidatura para ser el primer senador latino de Arizona
Rubén Gallego

&quot;A los 14 años, vi a mi familia y a mi comunidad y me dije: hay un futuro mejor para nosotros; podemos progresar y las cosas pueden mejorar. Todo lo que hago y lo que soy tiene sus raíces en mi comunidad latina, y me llena de humildad poder llegar a representar a nuestra comunidad en el Senado. Es un deber que asumiré con orgullo y mucho honor.&quot; Read this content in <a href="https://www.univision.com/univision-news/opinion/por-la-familia-todo-ruben-gallego-on-running-to-be-arizonas-first-latino-senator" target="_blank" link-data="{&quot;cms.site.owner&quot;:{&quot;_ref&quot;:&quot;00000147-f3a5-d4ea-a95f-fbb7f52b0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;ae3387cc-b875-31b7-b82d-63fd8d758c20&quot;},&quot;cms.content.publishDate&quot;:1726508152821,&quot;cms.content.publishUser&quot;:{&quot;_ref&quot;:&quot;0000017b-d1c8-de50-affb-f1df3e1d0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;6aa69ae1-35be-30dc-87e9-410da9e1cdcc&quot;},&quot;cms.content.updateDate&quot;:1726508152821,&quot;cms.content.updateUser&quot;:{&quot;_ref&quot;:&quot;0000017b-d1c8-de50-affb-f1df3e1d0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;6aa69ae1-35be-30dc-87e9-410da9e1cdcc&quot;},&quot;link&quot;:{&quot;target&quot;:&quot;NEW&quot;,&quot;attributes&quot;:[],&quot;url&quot;:&quot;https://www.univision.com/univision-news/opinion/por-la-familia-todo-ruben-gallego-on-running-to-be-arizonas-first-latino-senator&quot;,&quot;_id&quot;:&quot;00000191-fbe7-dddd-a5f7-ffef61bf0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;ff658216-e70f-39d0-b660-bdfe57a5599a&quot;},&quot;linkText&quot;:&quot;english&quot;,&quot;_id&quot;:&quot;00000191-fbe7-dddd-a5f7-ffef61bb0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;809caec9-30e2-3666-8b71-b32ddbffc288&quot;}">english</a>.

Si los resultados de las intermedias de 2018 ofrecen alguna señal, los republicanos perdieron terreno en estos tres estados gracias al apoyo de votantes a candidatos demócratas en ciudades y suburbios, mientras las zonas rurales se mantuvieron a favor de los republicanos. Esto es indicativo de que en 2020, la ruta hacia los 270 votos del Colegio Electoral es complicada para Trump, quien tendría que mantener y sumar otros estados a su lista.

Pero como dije al principio, falta un buen trecho y todavía no se sabe quién emergerá como el abanderado demócrata entre los muchos que aspiran a esa nominación, y todavía desconocemos si surgirá un candidato independiente que venga a complicar todavía más la situación.

Es decir, lo bueno de la democracia es que el proceso electoral es abierto y cualquiera, dentro de algunos parámetros, claro está, puede a aspirar a ser presidente. Si no, miren quién ocupa la Casa Blanca.

Pero el problema es que no puede ser “cualquiera” el que le de la batalla a Trump. Tiene que ser un candidato viable, capaz de movilizar no solo a la base demócrata, sino a los republicanos desafectos que, en silencio, se han apartado de su partido horrorizados por el espectáculo que es la presidencia de Trump, así como a independientes y minorías.

Pero tras la barrida demócrata en 2018, un sector de ese partido se siente invencible y cree que es buen momento para que el Partido Demócrata haga una introspección y decida qué es. Si es moderado y centrista, o es progresista, como si en una entidad tan diversa no hubiese espacio para todas estas tendencias.

PUBLICIDAD

Entiendo perfectamente que ante un Partido Republicano que claudicó ante el extremismo de Trump, se le quiera responder con un Partido Demócrata donde los progresistas lleven la batuta y dirijan la orquesta. Qué más me gustaría que así fuera.

Pero la realidad es que este no es el mejor momento para introspecciones o luchas de poder porque, para ganarle a Trump, los demócratas tienen que cerrar filas y mostrar un frente unido que atraiga al más progresista de los progresistas, a los más moderados y los republicanos que también aspiran a sacar a Trump de la presidencia.

La lección de 2016 no puede ser olvidada. La estrategia de que los votantes no apoyarán a Trump por todos sus escándalos y sus excesos no funcionó. Esa “gran idea” de pensar que Trump no tenía posibilidades de ganar hizo que muchos votantes se quedaran en casa o se permitieran decir que no votarían por Hillary Clinton porque son Sanderistas. Al final, ganaron los Trumpistas y aquí nos encontramos.

No creo que los políticos tengan que recular cuando se les tilde de socialistas si ser socialista es querer que todos tengamos acceso a cuidados médicos o a una educación de calidad, o que quiera encararse el cambio climático. Además, en este país el capitalismo es rey.

Pero no me parece que este sea el momento para una sangrienta batalla ideológica entre demócratas que tenga el potencial de desencantar a aquellos votantes que no se ubican en extremos y que pueden decidir una elección.

De cara al 2020, los demócratas deben concentrarse en nominar un candidato creíble y viable que apele a la mayor diversidad posible de votantes, porque lo que está en juego son otros cuatro años de Trump en la Casa Blanca, pese a sus bajos índices de aprobación y a sus escándalos legales.

PUBLICIDAD

Las diferencias ideológicas entre demócratas pueden dirimirse una vez que recuperen la Casa Blanca.

Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.