Medios oficiales confirman que las tropas fueron desplegadas en Estelí, ciudad a 200 kilómetros de Managua que es uno de los focos de la protesta. La vicepresidenta y primera dama Rosario Murillo, dijo que el presidente Daniel Ortega hablará a la nación este sábado.

A medida que pasan las horas el número de muertos y heridos aumenta, y la situación se torna más tensa. Ante la violencia que se vive en las calles del país, el gobierno de Daniel Ortega ha ordenado cerrar todos los colegios. En Miami la comunidad nicaragüense está indignada ante lo que ocurre y pide que detengan las represalias contra los manifestantes.

Los alumnos salieron de sus aulas para exigir al Congreso cambios en las leyes federales del control de armas, durante la conmemoración del tiroteo en la escuela secundaria Columbine en Colorado. Sobrevivientes de la masacre en Marjory Stoneman Douglas High School en Florida, que dejó 17 fallecidos, viajaron a la institución Columbine para apoyar la lucha.

En el norte del país los ciudadanos hicieron una vigilia por los muertos, en el occidente quemaron llantas en las calles, al sur suspendieron el servicio de energía eléctrica como medida represiva contra los protestantes y en la capital, Managua, universitarios que recolectaban víveres fueron atacados con balas de goma y gases lacrimógenos. Francisca Ramírez, una de las principales opositoras líderes del movimiento campesino, denunció que intentaron acuchillarla en una marcha y que no hubo intervención de la policía para protegerla.

Después de las manifestaciones, autoridades decidieron reforzar las medidas de seguridad del edificio. Los protestantes aseguran que nunca recurrieron a la violencia.

Los enfrentamientos en las calles después del denominado "paquetazo de reformas", que disminuye las pensiones de los jubilados e incrementa las cuotas que trabajadores y empleadores deben pagar, han dejado varios muertos y heridos. En el país también han denunciado la censura de medios de comunicación y agresiones a la prensa.