El gobierno de Donald Trump ha asegurado que en Nueva York se vive una anarquía, señalando que se permite la violencia y la destrucción durante las manifestaciones. Acusa, además, al alcalde Bill de Blasio y al gobernador Andrew Cuomo como responsables de la situación. Esta calificación podría traducirse en una reducción de fondos en áreas como educación, salud y vivienda, lo que preocupa a la comunidad.

El presidente Donald Trump declaró a Nueva York, Portland y Seattle como "jurisdicciones anarquistas" por considerar que sus autoridades permitieron la violencia y la destrucción de la propiedad durante las recientes protestas. El congresista Adriano Espaillat explica que esa designación podría afectar el presupuesto de la Gran Manzana en un 7.4%, es decir, alrededor de 7,000 millones de dólares.

El Departamento de Justicia alega que la Gran Manzana es una de tres ciudades que han permitido la violencia y la destrucción de la propiedad. Líderes locales señalan que se trata de una jugada política del presidente Donald Trump para recortar fondos federales a ciudades controladas por los demócratas.

El vehículo, cargado de varias familias, recorrerá 54 ciudades en 32 estados para pedir que se mantenga el Estatus de Protección Temporal (TPS). “Queremos motivar a los beneficiaros a que se nos unan”, aseguró Evelyn Hernández, una de las participantes en la iniciativa.

Mientras cada campanada en la Catedral Nacional en Washington DC recuerda a 1,000 personas que han muerto por covid-19, por la noche se iluminó un letrero que colocaron demócratas para protestar afuera de la Casa Blanca, señalando que “Trump mintió” y recordando a los “más de 200,000 fallecidos”.

Un grupo de jóvenes llegó hasta la fachada de la casa del subgobernador de Illinois, Jesse Ruiz, para solicitarle al gobierno estatal reactivar los partidos y campeonatos en las escuelas secundarias a pesar de la pandemia del coronavirus. Los alumnos aseguran que de no permitirles jugar en Illinois tendrían que buscar oportunidades en otros estados.