La frontera entre Estados Unidos y México se ha convertido en el escenario de una nueva crisis migratoria. En pocos días se han congregado más de 10,000 migrantes, en su mayoría haitianos, en el puente internacional que cruza el Río Bravo y separa Ciudad Acuña, en México, de Del Río, en Texas. Muchos de ellos esperan llegar al sur de Florida para comenzar una nueva vida.

Un funcionario estadounidense dijo a la agencia AP que la administración de Joe Biden tiene previsto poner en marcha “movimientos masivos” de migrantes haitianos en esa pequeña ciudad fronteriza. Serán deportados a Haití en entre cinco a ocho vuelos por día a partir de este fin de semana.

Las autoridades federales cerraron el puente y el tránsito será desviado.

La gran mayoría de inmigrantes ha llegado a Ciudad Acuña, México, en autobuses desde Monterrey. En el lugar, algunos pobladores han abierto puestos informales de venta de comida y hielo a bajo costo para los indocumentados que buscan cruzar hasta Del Río, Texas; sin embargo, autoridades locales han prohibido estas prácticas atendiendo a medidas de salubridad. Hasta el momento, los migrantes tienen libre tránsito por la zona. Más información aquí.

Oficiales de México y helicópteros de EEUU recorren en la zona, pero ninguno de los dos gobiernos actúa para impedir el ingreso de más inmigrantes desde Acuña hasta un improvisado campamento bajo el puente internacional de Del Río, Texas. Se calcula que ya hay más de 12,000 personas en el lugar. El alcalde Bruno Lozano declaró estado de emergencia y, aunque cerró el puente fronterizo, el gobierno federal lo reabrió. Más información aquí.

El alcalde de Del Río declaró estado de emergencia por la cantidad de migrantes que están llegando al poblado. Otros se encuentran en la ciudad de Acuña, en México, y esperan pasar hacia EEUU. Vendedores en el lado mexicano aseguran que las ventas se les han multiplicado porque los migrantes están comprando agua y algo de comida para esperar bajo el puente.