Un joven de 19 años se encontraba en la habitación de un hotel de Lubbock, Texas, cuando llamo al teléfono de su abuela y le confesó que llevaría acabo un tiroteo. La mujer logró disuadirlo y lo convenció para que buscase atención psiquiátrica.

Los hechos ocurrieron la mañana de este lunes, a las afueras de la corte federal Earle Cabell, en el centro de Dallas. La policía y agentes antiexplosivos investigaron el vehículo sospechoso que fue dejado en las mismas instalaciones donde el pasado lunes un hombre, de 22 años, inició un tiroteo. Las calles de la zona fueron reabiertas y las autoridades describieron el hecho como una falsa alarma.

La nueva tecnología adquirida por la terminal aérea puede identificar bombas, incluyendo las que están hechas a base de líquidos. La máquina no solo permitirá mejorar la protección de los viajeros sino que agilizará el proceso de seguridad ya que no tendrán que sacar, por ejemplo, los computadores de sus maletas al hacer el ingreso a las salas.

Oficiales realizaron una visita rutinaria a su casa para verificar su estado, ya que vivía solo y encontraron material necesario para elaborar explosivos, por lo que el sospechoso fue arrestado. Los vecinos consultados mostraron su asombro porque no tenían idea de que el suceso ocurría en su vecindario.

El explosivo, que fue construido de mala manera y no detonó por una aparente falla, fue descubierto en el estacionamiento de una complejo comercial en Gilroy.