Luis Villanueva no pudo contener las lágrimas cuando regresó al terreno donde quedaba su hogar en Ojai y recordó la conversación que tuvo con su pareja sobre los planos que él dibujó de la vivienda, destruida por el incendio Thomas. El inmigrante, quien llegó hace 15 años a Estados Unidos solo con la ropa que tenía puesta, se mostró optimista pese a su tragedia y expresó que volver a empezar va a ser difícil pero no imposible.

El fuego denominado Thomas ha arrasado con cerca de 143,000 acres, ha afectado 476 estructuras total o parcialmente y está controlado en un 10%. Los incendios llamados Creek, Rye y Skirball siguen activos en el condado de Los Ángeles. Liberty, en Riverside, y Lilac, en el norte del condado de San Diego, se sumaron este jueves.

El siniestro se presentó en el vecindario de Bridgeport y por lo menos 150 bomberos combatieron el fuego durante casi una hora. Por fortuna no se presentaron heridos y por el momento se desconocen las causas del incendio.

Ante la emergencia debido a los incendios en el sur de California, los hispanos no se han quedado de brazos cruzados, saliendo a tender la mano en las comunidades afectadas.

El incendio Creek devoró 33 casas, 32 estructuras y 15,323 acres hasta el momento. De los miles que tuvieron que evacuar para pasar las noches en un albergue, muchos encontraron sus hogares intactos, pero otros no contaron con la misma fortuna.

Gabriela Gutiérrez sintió las llamas golpear las puertas de su hogar. Por fortuna, reaccionó y rápidamente obligó la evacuación de su familia. Su casa se redujo a cenizas, pero sus vidas se salvaron, así como unos pocos recuerdos de ellas.