Uno de los bomberos que intentaban combatir las incesables llamas de un fuego que lleva ardiendo 10 días, falleció este jueves. Las labores por contener este incendio ya llegan a los 69 millones de dólares y mientras no logren detenerlo, seguirá arrasando con miles de acres, cientos de viviendas y todo el presupuesto de Cal Fire.

Este incendio ha sido uno de los más difíciles de combatir. Informes indican que 60 viviendas destruidas y otras 63 estructuras averiadas. Más de 15,000 acres de terreno fueron arrasados por el fuego.

Las autoridades de Los Ángeles informaron que el llamado fuego Skirball, que destruyó seis mansiones en la lujosa zona de Bel-Air, comenzó por una fogata para cocinar en un campamento de desamparados situado al costado de la autopista 405. Las llamas calcinaron 422 acres y provocaron evacuaciones masivas.

Cerca de 7,000 personas batallan con las llamas en el condado Ventura, pero el incendio Thomas solo ha sido contenido en un 20%. 18,000 estructuras de la zona siguen en riesgo de ser consumidas. Las evacuaciones obligatorias se mantienen.

A una semana de haber iniciado uno de los incendios más destructivos en la historia de California, las llamas siguen amenazando miles de viviendas. Los bomberos intentan seguirle el paso para contenerlo, pero se ha convertido en un monstruo que ya abarca dos condados y más 236,000 acres. Tan solo de la noche del lunes al martes creció 2,500 acres.

Las llamas iniciaron en la vivienda del anciano aproximadamente a la 1:00 de la mañana, y rápidamente se extendió a las casas vecinas. El nieto de la víctima confirmó el fallecimiento. Varias familias fueron evacuadas.