Los dueños de la taquería 'Sabor y Sazón', que estuvo operando durante siete años en el barrio Pilsen, en Chicago, se han convertido en víctimas de la crisis económica provocada por el coronavirus. Ellos aseguran que las ventas bajaron un 75% y no pudieron sostener el negocio.

La procesadora de alimentos evaluó a más de 2,000 empleados y contratistas en la planta avícola de Wilkesboro. Tyson Foods dijo que la mayoría de los trabajadores no presentaban síntomas.

Manuel Landeta, padre de los retirados actores, contó que sus hijos pasan por una compleja situación económica. Los dos operan estacionamientos en México y ante la pandemia y el encierro, las personas han prescindido de esos servicios. La situación es tan grave que han tenido que liquidar a sus empleados y para ello se han endeudado.

Esta primera fase del plan de apertura incluye a las empresas de construcción, manufactura, agrícolas y el comercio minorista y mayorista que deberán operar con restricciones.

"Ese impacto se distribuye, aproximadamente, en 800 millones durante el año fiscal 2020 y 5.8 mil millones en el año fiscal 2021. Además, para estimar el impacto económico de la crisis de salud pública, el plan fiscal 2020 incluye un análisis detallado sobre desempleo", explicó el subdirector de la AAFAF, Hecrian Martínez.

La compañía ha reportado pérdidas por 296,9 millones de dólares comparado con el mismo período del año pasado. La noticia llega un día después de que otros minoristas anunciasen movimientos parecidos.