Crece la controversia alrededor del derecho de la mujer a abortar. El fin de semana estuvo agitado en Alabama y Missouri, dos estados conservadores, donde las protestas se hicieron sentir. Además, el presidente Trump se sumó a la conversación revelando su opinión acerca del tema.

La ley sobre el aborto en Alabama se ha convertido en la más restrictiva que existe ya que no permite el aborto ni en casos de incesto ni violación. Hay quienes la apoyan y dicen que la vida comienza en el vientre de una madre y otros que lo consideran una agresión a los derechos de las mujeres. La analista republicana Adriana Boyne dice que hay que respetar el feto mientras que la activista Ana María Archila afirma que la ley es un “ataque a la igualdad de las mujeres”.

La ley recientemente aprobada en Alabama no contempla esas dos excepciones, solo una única, en caso de que corra peligro la vida de la madre o el feto. Para Trump, el nombramiento de nuevos jueces ha hecho que el país avance hacia leyes antiaborto.

Tras el reclamo en la cámara, el republicano Barry Hovis reconoció poco después que había cometido un error al usar esa expresión. Lo dijo mientras argumentaba que ocho semanas es un "tiempo suficiente" para que las víctimas decidan someterse al procedimiento.

Los estados conservadores han aprobado estrictas leyes antiaborto para provocar una batalla judicial que llegue a la Corte Suprema, con la esperanza de revertir una decisión que en 1973 habilitó el derecho de las mujeres a terminar su embarazo. Esto respondieron los magistrados del alto tribunal en sus audiencias de confirmación al ser preguntados por el tema del aborto.