El Supremo no puede evitar la política, pero sí el sectarismo
"Por la forma en que se escoge a sus integrantes, y por el divisionismo en la nación, el supremo no puede esquivar del todo la política ni la percepción pública de que está politizado. Pero sus miembros, individual y colectivamente, sí pueden poner de su parte para mitigar esa percepción, como ha sucedido en épocas anteriores".