A los atentados del 11-S les siguieron una serie de estudios epidemiológicos sobre los efectos de amenazas en la salud mental que nos enseñaron cosas aplicables a la situación de la pandemia actual. Vivir experiencias traumáticas no es determinante del derrumbe psicológico.

La cuarentena ocasionada por la pandemia mundial por coronavirus ha llegado a alterar la forma en la que trabajamos y nos relacionamos con los demás; pasamos de la oficina a las plataformas, y de las fiestas a las reuniones virtuales. Inevitablemente, estos cambios también han afectado nuestra salud emocional.

Tener malhumor no siempre significa algo malo en nuestra vidas, sino todo lo contrario: un poco de enojo diario podría ser benéfico.

Expertos afirman que cuidar de la salud mental y emocional es igual de importante que cuidar de la salud física.

Identificar tus emociones, tratar de calmarte, buscar apoyo por parte de amigos o familiares son algunas de las recomendaciones que ofrece Sandra Willett, consejera comunitaria de Caridades Católicas, para lidiar con problemas como la ansiedad, el estrés o la depresión.

Wendy Salazar, consejera de salud emocional de Integral Care, invita a la comunidad a tomar ventaja de las asesorías virtuales que estarán ofreciendo a personas que estén sufriendo de depresión o ansiedad.