Durante una audiencia que se realizó el pasado lunes, los insectos empezaron a caminar por el cuello y ropa de un abogado presente, el hecho generó pánico entre los asistentes y un numeroso grupo de exterminadores llegaron y trabajaron por horas para desinfectar el edificio.

Tomás Ortiz asegura que hace un año se cayó el techo de su cocina, desde entonces los roedores no han parado pasearse por su apartamento y a diario teme que estos animales lo ataquen a él o a su familia.

Tomás Ortiz asegura que hace un año se cayó el techo de su cocina, desde entonces los roedores no han parado pasearse por su apartamento y a diario teme que estos animales lo ataquen a él o a su familia.

Juana Zamora, la inquilina afectada, aseguró que la vivienda está infestada de estos insectos y que, además, tiene serios problemas de humedad. Ella asegura que no tiene a dónde ir con sus dos hijas, quienes sufren de asma, ni tiene suficiente tiempo para buscar un nuevo hogar.

Cansados de la situación, los inquilinos de la estructura se unieron para demandar y llevar a su casero ante los tribunales en busca de una solución para que el servicio sea restablecido. Además, afirman que se han visto obligados a convivir con plagas de cucarachas y ratas.

Una semana después de que las familias afectadas denunciaran el sufrimiento que estaban viviendo durante varios meses por culpa de esta plaga y la falta de respuestas por parte de la administración, El 23 en Acción logró que la gerencia se contactara con los afectados para darles una solución al problema.