Este fin de semana será el primero en que los texanos ya no estarán bajo el mandato estatal de usar mascarillas en público, una decisión que preocupa a algunos dueños de bares y restaurantes, que temen por sus empleados, ya que ellos serán los que tendrán que lidiar con aquellos que no quieran respetar las reglas de sus negocios.

Tras el mandato estatal de suspender el uso obligatorio de las mascarillas, Texas continúa dando pasos acelerados hacia la reapertura económica total y de las actividades recreativas y deportivas. Sin embargo, no en todas las ciudades los negocios están cumpliendo esta norma y aseguran que mantendrán el uso obligatorio de mascarillas como medida de protección contra el coronavirus. Más información aquí.

Walmart, Target y HEB anunciaron que seguirán implementando los lineamientos de los CDC y que exigirán que sus trabajadores y clientes usen una máscara dentro de sus establecimientos y que mantengan la distancia social. Mientras que negocios como El Rancho y La Michoacana exigirán que sus empleados las utilicen, pero no será un requisito para sus clientes.

Desde este miércoles los comercios podrán reabrir en su totalidad, además ya no es obligatorio usar mascarillas. Sin embargo, varios propietarios de negocios aseguran que continuarán operando a menor capacidad y que exigirán el uso de máscaras debido a que consideran que aún "no se puede bajar la guardia".

Propietarios de establecimientos que venden bebidas alcohólicas recibieron una carta de la ciudad en que se les pide cumplir con la norma que les permite operar solo al 50% de su capacidad, separar las mesas y exigir a las personas el uso de la mascarilla, entre otros, para evitar la propagación del coronavirus. Por su parte, algunos comerciantes aseguraron que ya se preparan para seguir las indicaciones de las autoridades.

El gobernador Greg Abbott eliminó el uso obligatorio de cubrebocas, pero varios negocios de San Antonio lo piden a clientes, ya que al ser propiedad privada pueden imponer sus propias precauciones.